LIBROS & ARTES
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Ni del sueño que se ahoga, arrastrado
Por marejadas de sospecha y olvido.
Qué será el poema sino un espejo de feria,
Un espejismo lunar, una cáscara desmenuzable,
La torre falsa más triste y despreciable.
Se consume en el fuego de su impaciencia
Para dejar vestigios de silencio como única nostalgia,
Y un rubor de inexistente no exento de culpa.
Qué será el poema sino castillo derrumbado antes de erigido,
Inocua obra de escribano o poetastro diligente,
Una sombra que no se atreve a aniquilarse a sí misma.
Si al menos el sol, incorrupto e insaciable,
Pudiera animarlo a la vida,
Como cuando se oculta tras un rostro humano,
Los ojos abiertos y ciegos para siempre.
Una representación hermosa del amor…
Una representación hermosa del amor
Debería volver siempre sobre sí misma
Una y otra vez y otra vez
Y así indefinidamente
Deberían repetirse exactamente
Los mismos gestos
Los mismos movimientos
El mismo ruido de besos
Las mismas ondulaciones
De modo que la reproducción cinematográfica
Sumamente acelerada
De todos estos coitos sucesivos
En pequeños rectángulos situados
Encima de las mesas y sobre las paredes
Pudiera servir de instrumento regulador
De la marcha del tiempo
Y ser denominado
Reloj de amor
(De:
Cuál es la risa,
1989)
IDOLO
Se arremolinaron de repente las palabras para formar un bloque com-
pacto e indisoluble al cual no quedaba sino someterse.
ERROR DE CÁLCULO
El mar se ha deslizado en el poema como en su cueva y refugio natural
sin tener en cuenta la diferencia de proporciones. Cuando cedan
las costuras bajo el peso, ¿adónde irá a desaguar todo el azulverde
acumulado?
(De:
Máximas y mínimas de sapiencia pedestre
, 1982)
SALIDO DE MADRE
¿Es cierto que ya no sabes
A dónde vas ni qué quieres?
Te zampas moscas racimos
Culebras de piel de rosa
Rimeros de miel silvestre.
Hierve el agua en tu garganta
Cascas lo que encuentras
Y nada te repleta.
Requintas apedreas desgarras
Has perdido compostura y camino.
Río -me dueles en los ojos y el vientre.
¿Qué te haría la madre
Que así deliras y destruyes
Mi pueblo mi casa
Te llevas el borrico pardo
La palmera sin sombra
El cementerio completo?
¿Eres río sin madre
O mar recién parido
Estirándote lo más que dé
Tu hambre y tu codicia?
Río -vuelve a ser río
No te quiero tan grande.
cuando se canta o cuando se grita…
Cuando se canta o cuando se grita se tiene la sensación de proyectar
el ser (cuerpo y psique) más allá de sus límites y su peso -de invadir
y estremecer extensiones ajenas de atmósfera y materia.
Se reconoce uno en esas ondas sonoras -en esa entonación- en esa
agitada o apacible suscitación de ecos y resonancias (de réplicas
asentimientos refutaciones).
Nada nos es (en cambio) más enemigo y extraño -hasta repelente con
frecuencia- que las imágenes variables distorsionadas funambules-
cas que nos ofrece el espejo al cual nos asomamos. Se siente uno
solidario de su propia voz -identifica a los demás primordialmente
por la voz- sabe calibrarlos por su voz.
La máscara incierta y confusa tras la cual nos atrincheramos y creemos
controlar -no acierta en verdad a engañar sino a quien no la siente
puesta (aunque ingenuidad o tontería lo haga a veces empeñarse
en «hermosearla» -en hacerla aceptable).
El instinto la fuerza y la raigambre humanas están patentes en la voz y
no en mueca o gesto de faz límpida o estragada. Aunque hubo
quien se atrevió a imaginar una humanidad de sólo voces -olvi-
dando que es la voz trasunto de todos y cada uno de los átomos de
nuestro cuerpo y nuestra psique- fiémonos de nuestra voz que por
seguro no nos abandonará ni aún en irremediable trance.
¿Miseria o riqueza de poetas? -pues calculen ustedes que no son capa-
ces ellos sino (en el mejor de los casos) puposas aunque insulsa
simulación de sortilegios.
Al revés del vestido invisible del rey de la historieta -la Poesía es la
tela visible- (o más bien audible) desprovista de consistencia algu-
na (rayo que marca subraya el vacío).
Antología mínima
: selección Eduardo
Chirinos.
Aguafuertes
: Fernándo de Szyszlo.
Plaqueta editada por Bringhton Press.
San Diego, California.