Previous Page  31 / 44 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 31 / 44 Next Page
Page Background

LIBROS & ARTES

Página 9

Emilio Adolfo Westphalen

ANTOLOGÍAMÍNIMA

UNA CABEZA HUMANA VIENE LENTA…

Una cabeza humana viene lenta desde el olvido

Tenso se detiene el aire

Vienen lentas sus miradas

Un lirio trae la noche a cuestas

Cómo pesa el olvido

La noche es extensa

El lirio una cabeza humana que sabe el amor

Más débil no es sino la sombra

Los ojos no niegan

El lirio es alto de antigua angustia

Sonrisa de antigua angustia

Con dispar siniestro con impar

Tus labios saben dibujar una estrella sin equívoco

He vuelto de esa atareada estancia y de una temerosa

Tú no tienes temor

Eres alta de varias angustias

Casi llega al amor tu brazo extendido

Yo tengo una guitarra con sueño de varios siglos

Dolor de manos

Notas truncas que se callaban podían dar al mundo lo que faltaba

Mi mano se alza más bajo

Coge la última estrella de tu paso y tu silencio

Nada igualaba tu presencia con un silencio olvidado en tu cabellera

Si hablabas nacía otro silencio

Si callabas el cielo contestaba

Me he hecho recuerdo de hombre para oírte

Recuerdo de muchos hombres

Presencia de fuego para oírte

Detenida la carretera

Atravesados los cuerpos y disminuidos

Pero estás en la gloria de la eterna noche

La lluvia crecía hasta tus labios

No me dices en cuál cielo tienes tu morada

En cuál olvido tu cabeza humana

En cuál amor mi amor de varios siglos

Cuento la noche

Esta vez tus labios se iban con la música

Otra vez la música olvidó los labios

Oye si me esperaras detrás de ese tiempo

Cuando no huyen los lirios

Ni pesa el cuerpo de una muchacha sobre el relente de las horas

Ya me duele tu fatiga de no querer volver

Tú sabías que te iba a ocultar el silencio el temor el tiempo tu cuerpo

Que te iba a ocultar tu cuerpo

Ya no encuentro tu recuerdo

Otra noche sube por tu silencio

Nada para los ojos

Nada para las manos

Nada para el dolor

Nada para el amor

Por qué te había de ocultar el silencio

Por qué te habían de perder mis manos y mis ojos

Por qué te habían de perder mi amor y mi amor

Otra noche baja por tu silencio

(De:

Las ínsulas extrañas,

1933)

HE DEJADO DESCANSAR TRISTEMENTE MI CABEZA...

He dejado descansar tristemente mi cabeza

En esta sombra que cae del ruido de tus pasos

Vuelta a la otra margen

Grandiosa como la noche para negarte

He dejado mis albas y los árboles arraigados en mi garganta

He dejado hasta la estrella que corría entre mis huesos

He abandonado mi cuerpo

Como el naufragio abandona las barcas

O como la memoria al bajar las mareas

Algunos ojos extraños sobre las playas

He abandonado mi cuerpo

Como un guante para dejar la mano libre

Si hay que estrechar la gozosa pulpa de una estrella

No me oyes más leve que las hojas

Porque me he librado de todas las ramas

Y ni el aire me encadena

Ni las aguas pueden contra mi sino

No me oyes venir más fuerte que la noche

Y las puertas que no resisten a mi soplo

Y las ciudades que callan para que no las aperciba

Y el bosque que se abre como una mañana

Que quiere estrechar el mundo entre sus brazos

Bella ave que has de caer en el paraíso

Ya los telones han caído sobre tu huida

Ya mis brazos han cerrado las murallas

Y las ramas inclinado para impedirte el paso

Corza frágil teme la tierra

Teme el ruido de tus pasos sobre mi pecho

Ya los cercos están enlazados

Ya tu frente ha de caer bajo el peso de mi ansia

Ya tus ojos han de cerrarse sobre los míos

Y tu dulzura brotarte como cuernos nuevos

Y tu bondad extenderse como la sombra que me rodea

Mi cabeza he dejado rodar

Mi corazón he dejado caer

Ya nada me queda para estar más seguro de alcanzarte

Porque llevas prisa y tiemblas como la noche

La otra margen acaso no he de alcanzar

Ya que no tengo manos que se cojan

De lo que está acordado para el perecimiento

Ni pies que pesen sobre tanto olvido

De huesos muertos y flores muertas

La otra margen acaso no he de alcanzar

Si ya hemos leído la última hoja

Y la música ha empezado a trenzar la luz en que has de caer

Y los ríos te cierran el camino

Y las flores te llevan con mi voz

Rosa grande ya es hora de detenerte

El estío suena como un deshielo por los corazones

Y las alboradas tiemblan como los árboles al despertarse

Las salidas están guardadas

Rosa grande ¿no has de caer?

(De:

Abolición de la muerte

, 1935)

MUNDO MÁGICO

Tengo que darles una noticia negra y definitiva

Todos ustedes se están muriendo

Los muertos la muerte de ojos blancos las muchachas de ojos rojos

Volviéndose jóvenes las muchachas las madres todos mis amorcitos

Yo escribía

Dije amorcitos

Digo que escribía una carta

Una carta una carta infame