LIBROS & ARTES
Página 1
Julio 2011
urante mucho tiempo, la obra poética de Emilio Adolfo Wes-
tphalen estuvo compuesta por dos libros, en realidad dos delga-
das
plaquettes
tituladas
Las ínsulas extrañas
y
Abolición de la muerte
, y
un puñado de poemas dispersos en revistas literarias. Los cuarentai-
cinco años que median entre
Abolición de la muerte
(1935) y la apari-
ción de
Otra imagen deleznable
(1980) se corresponden con el aparta-
miento de los poetas vidente evocados por Walter Muschg, que lle-
gaban solitarios del vasto desierto para luego regresar a él. Sólo que
en el caso de Westphalen, la conciencia de los límites del lenguaje es
en sí misma una estética:
Belleza de una espada clavada en la lengua
,
título que reúne sus poemas publicados hasta 1986, revela su actitud
frente al silencio que eligió cuando tenía veinticinco años y al que se
mantuvo fiel el resto de su vida. Pocos poetas pueden hacer el mila-
gro de renovar una tradición con dos
plaquettes
(que apenas suman
dieciocho poemas) y decidir callar sin menoscabo del magisterio que,
aún hoy, ejerce en la poesía peruana.
En su semblanza personal «Poetas en la Lima de los años treinta»,
Westphalen lo cuenta de este modo: «Terminaron así para mí los años
treinta e igualmente mis actividades relacionadas directamente con el
ejercicio continuo de la poesía. Durante largos años no escribí un sólo
poema. Sólo esporádicamente me ha venido luego uno que otro». Es-
critas en 1974, estas palabras no hacían presagiar que, seis años des-
pués, el Fondo de Cultura Económica reuniría —además de los céle-
bres cuadernos de 1933 y 1935— esos «poemas esporádicos», escritos
entre 1930 y 1978. Tampoco anunciaban que entre 1982 y 1999 apa-
recerían siete breves colecciones de poemas que, siendo distintas a las
publicadas en los años treinta, mantenían intacta su lección de exigen-
cia y de rigor. Escéptico (o aburrido) ante las especulaciones sobre ese
largo paréntesis, Westphalen ha escrito que no se trata, en sentido es-
tricto, de una reanudación, sino que simplemente se levantó una com-
puerta y que de ese modo la corriente «quedó restablecida».
Ese restablecimiento no hace más que corrobar el lugar central
que ocupa la obra de Westphalen en el fervor de sus lectores y en el
canon de la poesía escrita en lengua española.
Eduardo Chirinos
EMILIOADOLFO
WESTPHALEN
A cien años de su nacimiento
LIBROS & ARTES N° 48-49
D
Pintura:CésarMoro,
Deprofundis
,tintaytémpera/papel.