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LIBROS & ARTES
, si se daba el caso
que admitían el va-
lor literario de Arguedas,
no tenían claro si única-
mente era importante para
los estudiosos del proceso
de nuestra literatura, o si
verdaderamente ostenta-
ba una vigencia artística
perdurable, capaz de inte-
resar a un lector actual de-
seoso de obtener placer
estético junto con vibra-
ciones humanas comparti-
bles, que se hayan visto
enriquecidas por el paso
del tiempo, gracias a esa
actualidad constante de
los clásicos, los cuales re-
velan nuevos aspectos de
su mensaje con cada gene-
ración de lectores.
El problema es que se
han generalizado estereo-
tipos inadecuados sobre el
indigenismo (incluso so-
bre el neo-indigenismo, al
que suele conectarse si no
toda, gran parte, de la pro-
ducción de Arguedas), el
realismo literario y la no-
vela social (o de conteni-
do político); de acuerdo a
ellos, el valor propiamen-
te literario de esas tenden-
cias sería escaso, cuando
no obsoleto, superado en
toda la línea por el triunfo
de la “nueva narrativa”
(con técnicas narrativas
contemporáneas) en His-
panoamérica, ya podero-
sa en los años 1940-1960,
y avasalladoramente ma-
dura cuando el
boom
de
1960-1972. El resultado es
que Arguedas figura rara
vez como uno de los repre-
sentantes de dicha “nueva
narrativa”, en los panora-
mas y las antologías hispa-
noamericanas de mayor
difusión; si se lo mencio-
na, suele ser para colocar-
lo como un autor aferra-
do a la narrativa regiona-
lista de recursos “tradicio-
nales” (“primitivos”, “de-
cimonónicos”, en fin).
1
Aunque lo respeta ar-
tísticamente en mayor
medida que a los restan-
tes regionalistas, el gran
escritor –cumbre incues-
tionable de la “nueva na-
rrativa”– Mario Vargas
Llosa propugna una visión
que le niega modernidad
(actualidad) a la factura
verbal y a la visión del
mundo (una “utopía arcai-
ca”) de Arguedas en el li-
bro sin duda más leído y
comentado de la amplia
bibliografía arguediana:
La utopía arcaica, José Ma-
ría Arguedas y las ficciones
del indigenismo
(México,
Fondo de Cultura Econó-
mica, 1996). Cualquier
discrepancia con este libro
no debe hacernos olvidar
que ningún otro escritor
hizo tanto como Vargas
Llosa (utilizando su fama
internacional, aparecien-
do como prologuista en
las traducciones), en vida
de Arguedas, para que el
autor de
Los ríos profundos
sea conocido fuera del
Perú. Empero, resulta ne-
fasta la valoración litera-
ria que brinda de Argue-
das reduciéndolo a “un
buen escritor que escribió
por lo menos una hermo-
sa novela,
Los ríos profun-
dos
, y cuyas otras obras,
aunque éxitos parciales o
fracasados, son siempre in-
teresantes y a veces turba-
dores” (9).
A nuestro juicio, Ar-
guedas es mucho más: un
gran escritor, poseedor de
un universo creador hon-
do y genial por su poten-
cial innovador tanto del
idioma como de los recur-
sos literarios. Además de
Los ríos profundos
, una de
las mayores obras maestras
de la “nueva narrativa his-
panoamericana”, todas sus
narraciones y poemas (es-
tos lo erigen como el ma-
yor poeta contemporáneo
en lengua quechua) abun-
dan en hallazgos y acier-
tos, no pudiendo ser cali-
ficados de fracasos artísti-
cos. Logros superlativos
son las novelas
Yawar fies-
ta, Todas las sangres
y
El
zorro de arriba y el zorro de
abajo
, los cuentos “Warma
Kuyay”, “La agonía de
Rasu-Ñiti” y “El sueño del
pongo”, y los poemas “A
nuestro padre creador Tú-
pac Amaru” (Himno-can-
ción), “Oda al jet” y “Lla-
mado a algunos doctores”.
INTUICIÓN Y
PENSAMIENTO
MÍTICO
No pretendo restar im-
portancia a los aportes de
LANARRATIVAARGUEDIANA
En casi todas las entrevistas que me han hecho con ocasión del centenario del nacimiento de José María Arguedas
que estamos conmemorando este año, me han pedido que precise cuál es el valor estrictamente literario (como arte
verbal con recursos expresivos que generan placer estético) que posee su narrativa (yo he insistido en recordar,
también, su admirable producción poética en lengua quechua). Lo han hecho planteando si su valor sería, más
bien, sociológico, antropológico o, en todo caso, ideológico (este último ligado a su mayor autenticidad, o
profundidad, u originalidad dentro de la corriente indigenista); en este punto me hacían notar la abundancia de
sociólogos, antropólogos e historiadores en los actos celebratorios realizados durante el mes de enero (teniendo
como eje su natalicio el 18 de enero), contrastando con la escasa participación de creadores y críticos literarios.
Ricardo González Vigil
Y
José María Arguedas con Blanca Varela y un grupo de amigas en el puerto de Supe.
1
Sobre el indigenismo, el neoindi-
genismo y lo real maravilloso, así como
sobre la peculiaridad del universo crea-
dor de Arguedas, he escrito en:
El Perú es todas las sangres
(Lima, Pontificia Universidad Católica
del Perú, 1991), mi edición anotada
de
Los ríos profundos
(Madrid, Cá-
tedra, 1995), la antología
Diamantes
y pedernales
(Bogotá, Norma,
2004), el panorama
Literatura
(tomo
XIV de
Enciclopedia temática del
Perú
, Lima, El Comercio, 2004) y el
artículo “Cortázar y Fuentes en la úl-
tima novela de Arguedas” (en:
Ho-
menaje a Luis Jaime Cisneros
; Lima,
Pontificia Universidad Católica del
Perú, 2002; tomo II, pp. 873-890).