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tancia albuminiforme llamada peptona por
Le&...·
mann,
y albuminosa por Nihale, y por último, las
grasas
y
aceites son ern.ulcionados;
y
segun algunos,
s3.ponificados por medio del jugo pancreático.
No toda la cantidad de sustancia ingerida en el estó–
mago, se disuelve,
y
solo lo que se disuelve allí, es asi–
milable. Aparte de Ja influencia que en esto ej_erceu
las proporciones de los reactivos digestivos con re–
]iacion
á
la del alimento el ejido, el hábito uo deja de
eontribuir hasta cierto punto.
Hay personas que pueden transformar en azucar
por la influencja de su abundante saliva, una gran
earrtidad de fécula, mientras que en otras, esta facul–
tad es limitadísima,. Un obrero en Lombardía, con–
·sume diariamente 1,520 gramos de harina de maiz,
que contienen 1,200 de fécula amilacea. Es verdad
que el poder sacarificador de la
tialina
(principio
activo de la saliva) es tal, que una parte de esta
diastasa animal, es capaz de convertir en glucosa,
segun Mihale, 8000 partes de almidon.
y
como la
cantidad media de tialina hallada en la saliva secre–
tada por un hombre ·en 24 horas es de 2'4 gramos,
resulta que nuestro estómago es una fábrica de azu-·
car, que podria elaborar diariamente, suminist.ran–
dole la cantidad correspondiente de fécula, 19, 200
gram-os de azucar, es decir, cerca de 42 libras. Esto–
sin contar la propiedad sacarificante que tambien
· tiene el jugo paHcreático·, demostrada por Dobell.
Esta prodigalidad de la naturaleza en estos reacti-·
vos sacarinójenos, prueba que ]as sustancias fecu–
lentas deben hacer la bas·e de la alimentacion en el
hombre.
· En los niños recien nacidos hasta la edad de diez.
meses, la secrecion de la tialina es casi nula;
y
es–
to esplica por qué no pueden dijerir las sustancias·
amilaceas, que les causan cólicos y otros desórdenes
intestinales, y que- no deben por tal motivo, admi -· ·
nistrárseles, sino de diez meses en adelante.
La accion :disolvente del iugo gástrico respecto·
de Jas sustancias albuminosas y fibrosas, no_es
m.e-·