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jo violacea-estan pr6digamente extendi- ·
das por toda la provincia, constituyendo,
a la vez que alimento de la inmensa ma–
yoria del pueblo, un suculento forraje
pa–
ra Ia hacienda.
La tuna comun madura en Enero. Un
.mes despues, la tuna colorada. Suele ver–
se entonces grupos de mujeres
y
nifios.,
.armados ·de grandes palos, sacudir las
"pencas" o derribar uno a uno sus fru–
_tos, en a.legre ·ronda de cosechadores, pa–
.ra luego, una vez en el suelo, limpiarlas
de sus
"jan~s"
o espinillas. Es un milagro,
en la aridez de los campos soleados,
~ste
maravilloso fruto, suculento
y
dulce, tan
exquisito de sabor que no deberia faltar en
·las mesas. de los refinados. Su pulpa, re–
cubierta .por una gruesa corteza fibrosa
que la preserva de las inclemencias del
sol, tan facilmente enucleable que resu1'ta
un gusto mondarla, contiene infinida.d de
semillas
redondas~
negruzcas y dtiras.
Postre delicado de gourmets, la tuna
es el alitnento del pueblo.
R;ecogida la cosecha, ·se la transforma
en arrope
n~gro
o rubio, en conserva -o
jalea, formas estas en que es industriali–
zada para el consumo
inv~rnat
,· .
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