ALIMENTACION POPULAR DE SANTIAGO
lenta
y
olorosa, por los tamales, empana–
das
y
humitas, por la chatasca, por las
mernneladas, arropes
y
quisadillas,
y
por
la mil variedad de platos exquisitos que
son el acervo de este pueblo.
II
Principalfsimo alimento son los cerea–
les en la raci6n diaria del santiaguefio.
Des.dela Conquista el trigo
y
el maiz
se disputan el privilegio del paladar crlo–
llo,
y
con el tiempo, lejos de amenguar la
prevalencia de alguno, aumentan ambos
su importancia en digna rivalidad de sus
virtudes.
Especiales son las mixturas de .maiz.
Locros, motes
y
mazamorras, choclos
tiernos o panojas suavemente asadas, ra–
lladuras de sus granos en sopas densas
y
sabridas, harinas empastadas de zapallo,
grasa, leche o salsas, toda la variedad de
gustos se renueva eon alarde refinado en
el "menu" criollo, destacando no solo la
condici6n n utricia del n1aiz
y
la tradici6n
americana de siglos, sino tambien el pa–
ladar sencillo
y
al mismo tiempo exquisito
del pueblo.
El maiz, ya mezclado a la carne, o a
la;s visceras, ya al zapallo o a otras subs-
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