de cooperaciones estrañas, ofrecidas por personas apasionadas
e imprudentes.11 Cuando Blanco, el jeneral Aldunate
i
el mis–
mo Irizarri echaban en cara a estas personas la falta de auxi–
lios i de cooperacion de los pueblos, contestaban, segun dice
Irizarri, que ellos no habian ofrecido nada de positivo, i que
tampoco era tiempo de conseguir la cooperacion de nadie, por–
que todos temian el éxito de la guerra; que cuando el ejército
de Chile hubiera vencido al enemigo, o cuando estuviese en po–
sesion del Cuzco i Puno, entónces se manifestaría el entusias–
mo de los pueblos ... Para probar hasta qué punto fueron falsas
i antojadizas las promesas de los emigrados peruanos en órden
a la cooperacion de los pueblos del Perú, cita lo ocurrido en
Chuquibamba, adonde fué enviado el coronel Espinosa para ,
reclutar jente i acopiar víveres i bagaje. Quinientos paisa–
nos armados salieron de dicho pueblo a _hostilizar a Espinosa,
que solo llevaba una columna de
120
soldados, i aunque consi–
guió forzar la entrada del pueblo, tuvo al fin que retirarse por
la actitud hostil de los vecinos, que se apoderaron de las altu–
ras inmediatas, i por el temor de que a estos enemigos se reu–
niera la division del jeneral Vijil, que venia del Norte. Ninguna
culpa cabe al jeneral Blanco por la posicion crítica en que se
halló el ejército de Chile. Todo el mal estuvo en la insuficien–
cia del ejército para llevar a cabo la empresa a que s = le desti–
nó. Los errores de cálculo en la formacion de esta espedicion
no son imputables al jeneral Blanco, sino a los que pusieron
una confianza imprudente en la cooperacion popular, fundada
solo en los deseos de los que la aseguraban.
11
No se tuvo pre–
sente la naturaleza del terreno del Perú, su clima, los obstácu–
los que presentan a la marcha de los ejércitos, los despoblados,
etc.rrA
la pregunta de ¿por qué Irizarri se quedó en Arequipa
despues de los tratados i no volvió a Chile con el ejército? con–
testa él mismo: 11No me volví con el ejército, porque no tenia
qué hacer en él,
i
me quedé, porque debia quedarme hasta que
se me ordenase el retiro, segun lo previenen los principios jene–
rales de la diplomacia.11 Se quedó para vijilar el cumplimiento
del tratado que acababa de firmarse, para protejer a los chilenos
que por enfermedad u otras causas, quedaban en el Perú, etc.