pruebas de adhesion a nuestra causa. Esto está apoyado en el
testimonio de todos los oficiales que acompañaron a Espinosa.
El mismo Espinosa escribió tambien a Arequipa, cuando se
retiraba de Chuquibamba, que el jeneral Vijil, con la columna
que babia sacado de Lima, le perseguia mui de cerca, i babia
ocupado sucesivamente a Siguas i a Vitor. Despues se ha visto
que ni la columna ni su jefe habían pasado de Majes, que dista
I
5
leguas de Siguas11.-Recuerda en seguida
El Araucano
que
de parte del Gobierno provisional se pasaban diariamente al Es–
tado Mayor
500
pesos:
qu~
era la cantidad que se consideró ne–
cesaria para el rancho
i
que no dejó de entregarse sino en
cuatro o cinco días, a consecuencia de alarmas producidas por
rumores sobre la llegada del enemigo
i
la proximidad de una
batalla. En estos únicos dias tuvo que hacer el desembolso la
comisaría del ejército. El Estado Mayor nunca encontró defi–
ciente esta cantidad,
i
hasta reservó en su poder algun residuo
que fué empleado en diferentes objetos. I si es verdad que
costaba algun trabajo la recaudacion diaria de los
500
pesos,
ello no tiene nada de raro, tratándose de una ciudad cuyas
,
calles no estaban empedradas con pesos fuertes.
(Suplemento al
Mercurio
de Valparaiso núm.
2,771)
41
CONTESTACION DEL JENE!<.AL DON ANTONIO GUTIÉRREZ DE
LA FUENTE A LOS CARGOS QUE LE HA HECHO EL JENERAL
DON MANUEL BLANCO ENCALADA EN SU PARTE OFICIAL
SOBRE LA CAMPA - A DEL PERÚ, CON FECHA 28 DE DICIEM–
BRE DE
1837.11
La Fuente condensa estos cargos en las palabras siguientes:
1 1
Entre las absurdidades i superfluidades de la
Ezposz'cion
se
distinguen cuatro cargos principales:
I.º
que no tuvieron cum–
plimiento mi pomposos ofrecimientos;
2.
0
que los pueblos rehu–
saron cooperar a su emancipacion, desmintiendo las lisonjeras
esperanzas que se habían concebido;
3.0
que el ejército restau-
C. DEL E. CHILENO
19