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costara en Arequipa lo mismo que en Valparaiso i la berza
fuera aun mas barata
(7);
puede ser que la misma division de
Cerdeña se proveyera de harina en el mercado de aquella ciu–
dad (8); no por eso el ejército chileno se encontró suficiente–
mente abastecido en las ocasiones que el jeneral en jefe
pen~ó
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intentó emprender sobre el enemigo o retirarse.
Cuanto a los medios de movilidad, averiguado está que las
caballerías fueron siempre escasas, i este era el elemento que
mas necesitaba el ejército (9). Las mulas escasearon ménos, i
solo en los últimos días que precedieron al tratado de paz, se
acopió una considerable cantidad de burros, siendo de notar
que esta clase de acémilas vale bien poca cosa para el movi–
miento regular i oportuno de una campaña o de una retirada.
Pero el jeneral La Fuente
i
otras personas creían, sin embargo,
que con tal auxilio debía darse por bien servido el ejército de
Chile
(ro).
Al fin Santa Cruz sale de Poxi con el ejército del centro en
direccion a Arequipa, ocupa a Cangalla por pocas horas
i
va
en seguida a situarse en Paucarpata. Pudo en ámbos movi–
mientos el jeneral Blanco salir al encuentro del enemigo; ( r r) se
trataba de una jornada de pocas horas; ¿por qué no la empren-
sin embargo, que en mas de una ocasion, el jeneral Blanco consintió i aun
autorizó ciertas requisiciones forzosas, como cuando comisionó al coman ·
dante Mayo para sacar bagajes i otros recursos de Ja provincia de Camaná,
al comandante Espinosa para hacer lo mismo en Chuquibamba, i cuando, án–
tes de llegar a Arequipa, mandó a su escolta hacer 1una correría a pié para
proveerse de caballos, o cuando hizo recojer algun ganado en Vítor i otros
lugares.
(7)
Afirmacion del autor de la «Campaña del ejército restaurador.l>
(8)
Don Felipe Pardo en la impugnacion a la Defensa de los tratados de
Paucarpata-articulos del Araucano.
(9) Santa Cruz habia prometido una gratificacion de
20
pesos por cada
caballo que se
sustraj~ra
al ejército chileno, i de
10
pesos por cada desertor
o prisionero que fuera presentado a las autoridades militares de la Confede–
racion . Segun Sutcliffe se neeesitó desplegar una extremada vijilancia para
impedir que en Arequipa se robaran los caballos del ejército.
(ro)
Contestacion del jeneral don Antonio G. de la Fuente, etc.-,,Cam–
paña del ejército restaurador.>)
(u)
u:Campaña del ejército restaurador.»