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LIBROS & ARTES

Página 6

cuarto tomo de las conclusiones

hacia una democracia incierta, en

el que campea un indeterminismo

total.

Sus contribuciones al conoci-

miento del Perú son numerosas y

todas ellas muy valiosas. Si hoy co-

nocemos el Perú un poco más que

antes, se lo debemos, en gran me-

dida, a Julio Cotler, que prefirió

siempre el trabajo duro de las in-

vestigaciones empíricas a la como-

didad impresionista y genera-

lizadora de los ensayos. No voy a

hacer un recuento detallado de to-

das sus contribuciones al conoci-

miento del Perú y al desarrollo de

las ciencias sociales. Me voy a limi-

tar sólo a algunas explicaciones que,

a mi juicio, son centrales para en-

tender al Perú. En

La mecánica de

la dominación interna y del cam-

bio social en el Perú

, que es a mi

juicio una de las explicaciones al

mismo tiempo más imaginativas y

más sólidas de la dominación

oligárquico-gamonalista, encontra-

mos algunas claves interpretativas

del Perú tradicional en un contex-

to de cambios y de movilización

social. El colonialismo interno más

que el dualismo estructural explica

la relación entre la costa y la sierra,

la estratificación de castas más que

la estratificación de clases caracte-

riza la jerarquización social de la so-

ciedad tradicional, el triángulo sin

base, que articula en forma

asimétrica el vértice dominante de

los hacendados con los disgrega-

dos colonos que disputan los favo-

res de estos, es la forma de domina-

ción básica del gamonalismo, la

privatización del poder político es

la forma de relación del gamo-

nalismo con el Estado, la incorpo-

ración segmentaria es la forma que

utiliza la dominación oligárquica

para neutralizar a los sectores socia-

les movilizados, la ruralización ur-

bana y la urbanización rural y la

cholificación constituyen los prin-

cipales cambios culturales de la so-

ciedad tradicional.

Esta primera lectura del Perú tra-

dicional en proceso de cambio se

enriquecerá posteriormente con la

categoría del patrimonialismo para

explicar las actitudes y la conducta

no sólo de los líderes políticos sino

también la cultura política del país.

El patrimonialismo es justamente

una de las grandes continuidades del

Perú a lo largo de su historia, que

se mantiene victoriosa, pese a los

diversos cambios que el país ha ex-

perimentado. Esta idea está presen-

te en su libro ya clásico,

Clases,

Estado y Nación en el Perú

, y ha

sido desarrollada en sus escritos pos-

teriores. La historia de este libro es

interesante y el mismo Julio Cotler

la ha explicado en la Introducción

de la obra: el autor pretendía escri-

bir en un capítulo los antecedentes

del gobierno militar de Velasco,

pero en la búsqueda de explicacio-

nes sólidamente fundadas se encon-

tró, a través de una larga y comple-

ja estructura de remisiones, con la

vigencia y la continuidad de la he-

rencia colonial en sus dos facetas:

como dependencia del sistema ca-

pitalista internacional en sus diver-

sas fases y como relaciones de ex-

plotación y de dominación de la po-

blación indígena a través de diver-

sas formas extraeconómicas. Estos

rasgos centrales impidieron la for-

mación de una clase dirigente cuya

“incapacidad para organizar políti-

camente al conjunto de la socie-

dad, otorgarle al Estado poder para

centralizar y cohesionar a la pobla-

ción, e institucionalizar la autoridad,

impidió la creación de un gobierno

estable y ordenado” (1978: 388).

Clases, Estado y Nación

no sólo

nos ofreció una nueva y consisten-

te visión del Perú y, en ese sentido,

contribuyó al desarrollo de la his-

toria de las ideas sino que también

ha contribuido, me parece, a la his-

toria social dado su éxito editorial.

El libro no sólo es estudiado y dis-

cutido en las aulas universitarias

sino también en los colegios secun-

darios más prestigiados en donde se

imparte una educación de calidad.

La producción sociológica de

Julio Cotler se ha realizado princi-

palmente dentro de los marcos

institucionales del IEP, uno de los

mejores centros de investigación

social que tiene el país, del cual Ju-

lio es animador y ha sido director

en diversas oportunidades. La vas-

ta producción bibliográfica del IEP

es única en su género. Este centro

albergó y alberga a los más desta-

cados investigadores de las ciencias

sociales del Perú. Por él han pasado

un sinnúmero de graduandos y los

investigadores sociales más desta-

cados de algunas universidades ex-

tranjeras. Todos ellos han contri-

buido al debate académico, al avan-

ce de las investigaciones y a la pro-

ducción de las ciencias sociales en

el Perú. A lo largo de sus casi trein-

ta años de vida, el IEP ha organiza-

do importantes debates académicos

sobre los diversos campos de las

ciencias sociales que muchas veces

han desbordado el ámbito acadé-

mico para proyectarse al campo de

la política.

Además de investigador, Julio

Cotler es un destacado profesor

universitario. Ha sido profesor de

Sociología, primero en la Facul-

tad de Letras y luego en la Facul-

tad de Ciencias Sociales de la Uni-

versidad Nacional Mayor de San

Marcos. Entró en l964 y pidió su

cese en señal de protesta el día en

que los militares ingresaron a con-

trolar la vida universitaria en 1994

con el pretexto de combatir al te-

rrorismo. Ha sido profesor visi-

tante de varias universidades nor-

teamericanas y europeas. Como

profesor es un ameno y excelente

expositor, un erudito de los temas

que trata, un maestro exigente en

el rendimiento de sus alumnos y

un hombre abierto al diálogo y a

la discusión. Las clases en las que

no había discusión le parecían

muy aburridas. Julio Cotler nos

enseñó a los jóvenes impetuosos

y propensos con frecuencia al

dogmatismo que el blanco y el ne-

gro no son los únicos colores de

las cosas, que los matices existen

y que la teoría, como decía el

Fausto de Goethe, es gris, pero el

árbol de la vida es verde.

Julio Cotler no es sólo un aca-

démico puro e incontaminado.

Como ciudadano e intelectual ha

participado y participa en las luchas

por la construcción y consolidación

de la democracia en el Perú, en la

juventud contra la dominación

oligárquica y la dictadura de Odría

desde las posiciones de la izquier-

da; a fines de la década del 60 y

comienzos de los 70 contra la dic-

tadura reformista y populista del

general Velasco Alvarado, a la que

combatió desde las trincheras de la

revista

Sociedad y Política

y del so-

cialismo democrático, lo que le

valió la deportación a Méjico; en

los ochenta contra el terrorismo y

contra la violación de los derechos

humanos y en los 90 contra el go-

bierno autoritario de Alberto

Fujimori desde las trincheras del

Foro Democrático.

Julio Cotler no es un liberal sino

un demócrata liberal, tal como es

entendida esta opción por Norberto

Bobbio y por Robert Dahl. Para

Cotler la democracia no sólo es la

liberalización y el respeto de los de-

rechos civiles sino también el res-

peto de los derechos políticos así

como la inclusión y la participación

de los ciudadanos en la vida políti-

ca del país.

A caballo entre los anteceden-

tes de las nuevas visiones del 80 y

la nueva historia del Perú se ubica

la producción de Hugo Neira

Samanez. En 1964 publica en

Ex-

preso

, uno de los diarios reformistas

de esa época, una serie de crónicas

brillantes de los movimientos cam-

pesinos en el Cuzco. Con un estilo

ágil y ameno informa con precisión

y a la vez hace agudas observacio-

Carlos Iván Degregori.