LIBROS & ARTES
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sobre la cultura indígena, otorgó
al indigenismo un sentido étnico y
asumió el mestizaje cultural y su
carácter integrador, que buscaba
recoger los valores más importan-
tes de ambas culturas de las que pro-
cedía, las cuales habían sufrido, sin
embargo, profundas transformacio-
nes como producto de su mutua,
aunque contradictoria, coexisten-
cia.
En mi libro
Ciudadanos reales e
imaginarios
he señalado que la uto-
pía andina de Alberto Flores
Galindo constituye el intento más
serio de superar las diversas versio-
nes del indigenismo y su carácter
inorgánico y de comprender la di-
námica del mundo andino desde
la etapa final de la dominación co-
lonial hasta la actualidad, apelan-
do a los cambios sociales y políti-
cos internos de ese mundo y al enor-
me repertorio de su imaginario cul-
tural que lo dotaba de unidad y de
identidad. La utopía andina es el
conjunto de mitos, leyendas, creen-
cias, sueños, festividades y formas
religiosas que, apelando al pasado
y al retorno del imperio incaico,
orienta, da sentido e impulsa la
acción colectiva del mundo andino
derrotado por la Conquista y opri-
mido y explotado por la Colonia y
la República. Gracias a la utopía
andina, el fragmentado mundo in-
dígena actual puede recomponer su
identidad y constituirse como suje-
to de acción colectiva. Los diver-
sos componentes de la utopía
andina van cambiando con la his-
toria. Unos mitos se extinguen,
otros mantienen su vigencia. Se
pueden debilitar algunas creencias
y leyendas en la memoria colecti-
va, pero ciertas formas religiosas
mantienen encendida la llama de
la fe. El mundo andino tampoco
permanece inmóvil. La domina-
ción y el conflicto lo han transfor-
mado a lo largo de la historia colo-
nial y republicana. Lo que caracte-
riza actualmente al mundo andino
es la fragmentación. Apelando a los
elementos de la utopía andina, ese
mundo fragmentado puede consti-
tuirse como sujeto colectivo con
una determinada identidad cultu-
ral: «La utopía andina son los pro-
yectos (en plural) que pretendían
enfrentar esta realidad. Intentos de
navegar contra la corriente para
doblegar tanto a la dependencia
como a la fragmentación. Buscar
una alternativa entre la memoria y
lo imaginario: la vuelta de la socie-
dad incaica y el regreso del Inca.
Encontrar en la reedificación del
pasado, la solución a los problemas
de identidad» (Flores Galindo,
1986: 14).
Flores Galindo sostenía que la
utopía andina desborda los Andes
para instalarse en la cultura popular
del Perú. Una expresión de ese des-
borde sería la valoración positiva que
los escolares de la educación secun-
daria provenientes de las diversas cla-
ses sociales tienen del Imperio
Incaico. Esta valoración positiva del
Imperio Incaico y de la justicia y la
armonía que, según los escolares
encuestados, lo caracterizaban es,
sin embargo, como el mismo Flores
Galindo lo reconoce, una forma
de negar el presente más que un de-
seo de volver al pasado.
6.
Los informales
En 1986 se publicó el libro de
mayor éxito editorial en el Perú:
El
otro sendero
, de Hernando de Soto.
En noviembre de ese año se edita-
ron 6,000 ejemplares que se agota-
ron en pocos días. En el mismo mes
de noviembre se reeditaron otros
5,000 ejemplares que desaparecie-
ron prontamente del mercado, lo
que obligó a los editores a publicar
una tercera edición en diciembre
del mismo año de 10,000 ejempla-
res. El éxito editorial del Perú se re-
pitió en Colombia, en donde se rea-
lizaron dos ediciones, una de 8,000
ejemplares en febrero de 1987 y otra
en marzo del mismo año de 7,500
ejemplares. En marzo de 1987 se
publicó en el Perú una sexta edi-
ción de 20,000 ejemplares. Ade-
más de las múltiples ediciones en el
Perú y en otros países de América
Latina,
El otro sendero
ha sido tra-
ducido a varios idiomas.
¿A qué se debe el éxito editorial
de
El otro sendero
? De Soto es, sin
duda, un excelente marketero de sí
mismo y de su obra. Avisos de pági-
na entera en los principales diarios
anunciando la obra y su importan-
cia; comentarios de personajes des-
tacados de la cultura y la política pe-
ruana, latinoamericana y mundial;
convenios con diversos gobiernos de
América Latina y de otros continen-
tes para impulsar las políticas con-
ducentes al desarrollo, todo este pa-
quete de medidas publicitarias han
contribuido decisivamente al éxito
editorial de
El otro sendero
. No se
puede dejar de lado, sin embargo, el
contenido mismo del libro y su men-
saje optimista sobre el papel impor-
tante de los informales en el proce-
so de desarrollo.
Más que un libro científico,
El
otro sendero
es un manifiesto libe-
ral. Historiadores, economistas, so-
ciólogos han discutido la validez de
sus principales tesis y han cuestio-
nado su argumentación teórica y
metodológica, pero el libro sigue en
pie y continúa editándose con éxi-
to. También ha sido pirateado, lo
que evidencia su éxito editorial. Lla-
ma la atención que, siendo un ma-
nifiesto liberal, el libro sea dedica-
do, sin embargo, a sus amigos iz-
quierdistas.
Hernando de Soto nació en
Arequipa. Hizo su postgrado en el
Instituto Universitario de Altos Es-
tudios Internacionales de Ginebra.
Ha sido economista en el Acuerdo
General sobre Aranceles Aduane-
ros y Comercio (GATT), presiden-
te del Comité Ejecutivo de la Or-
ganización de Países Exportadores
de Cobre (CIPEC), director del
Banco Central de Reserva del Perú
y presidente del Instituto Libertad
y Democracia (ILD), director de
empresas peruanas y miembro del
Comité de Planificación del Desa-
rrollo del PNUD.
El otro sendero
analiza a los po-
bres de las ciudades como informa-
les, como producto de los altos cos-
tos de la formalidad. La pobreza no
es producto de factores económico-
sociales sino de los altos costos de la
ley: “Como fruto de todo ello ha
quedado en evidencia que vivimos
en una sociedad costosa, en donde
tanto los formales como los informa-
les desperdician un gran número de
recursos. Así hemos visto como se
producen las invasiones, aumenta la
congestión vehicular, se multiplican
los accidentes de tránsito, existe una
permanente inestabilidad jurídica
que distrae de la producción una
enorme cantidad de recursos, esfuer-
zo e ingenio para dedicarlos más
bien a una acción política que per-
mita evitar las sanciones legales y ob-
tener el reconocimiento de los de-
rechos extralegales adquiridos.
“Por lo general, se ha querido
ver las causas de tales problemas en
múltiples factores, como las migra-
ciones, la distribución del ingreso,
el desempleo y aún el clima. Sin
embargo, a medida que el ILD pro-
fundizaba sus investigaciones, fue
quedando en evidencia que ningu-
no era suficiente para explicar sa-
tisfactoriamente la magnitud y com-
plejidad de los problemas. Las mi-
graciones pueden explicar el incre-
mento de gente que vive en la ca-
pital. La distribución del ingreso
puede explicar por qué ocurren ta-
les migraciones. A su turno el des-
empleo puede explicar por qué hay
oferta de mano de obra disponible.
Y, por su lado, el clima sólo puede
justificar por qué cierto tipo de de-
sarrollo urbano es posible en un
contexto geográfico determinado.
Empero, ninguno de estos factores
puede explicar por qué la gente
opta por invadir terrenos para edi-
ficar sus casas, ocupar calles para
comerciar o apropiarse de rutas
para prestar el servicio de transpor-
te. En suma, ninguno puede expli-
car por qué algunos prefieren la for-
malidad y otros la informalidad ni
determinar las consecuencias que
resultan de semejante proceso.”
“Fue así que decidimos al res-
pecto con los informales mismos y
LA NUEVA HISTORIA
“La historiografía clásica de la invasión española,
hasta nuestros programas escolares anteriores a la
Reforma Educativa, amparó siempre una suerte de
sinécdoque histórica, que tomaba la parte por el
todo. A la visión de los vencedores le sale al frente,
en estos años, como correctivo y complemento, la
búsqueda de la visión de los vencidos. La están
construyendo con laboriosidad los científicos
sociales jóvenes…. Si el Perú ha de ser algo más que
una noción geográfica prolongada en el tiempo,
entonces esa voluntad de mirar nuestro pasado con
ojos nuevos tiene algo del afán con que se escruta
una amarillenta fotografía de familia, algo del tanteo
visual que busca recuperar la propia imagen cuando
la refleja, tenue, un espejo antiguo que ha deslucido
el tiempo. Que son las urgencias del presente las que
a eso conducen, lo intuía Goethe al recomendar que
cada generación reescribiese por entero la historia
universal” .
Carlos Araníbar