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LIBROS & ARTES

Página 32

ción de racismo positivis-

ta que ya en esa época era

obsoleto, sostiene que “el

chino (...) parece haber

inoculado en su descen-

dencia, el fatalismo, la

apatía, las taras del Orien-

te decrépito”. Los acusa de

haber impulsado el juego

y el opio entre los coste-

ños (341). Una represen-

tación plagada de prejui-

cios y tópicos que delatan

la mentalidad tradicional

del crítico revolucionario.

Por otro lado, sostiene

el Amauta que el aporte

del negro es nulo y nega-

tivo. El negro trajo su sen-

sualidad, su superstición,

su primitivismo. Por ello,

“no estaba en condiciones

de contribuir a la creación

de una cultura sino más

bien de estorbarla con el

crudo y viviente influjo de

su barbarie” (342).

Mariátegui está implí-

citamente proponiendo

un genocidio cultural: la

desaparición del otro por-

que no es capaz de com-

prender la posición y la

singular cosmovisión de

los afroperuanos. Están

operando las viejas confi-

guraciones del

sujeto es-

clavista

en el texto ma-

riateguista: representar al

afroperuano como un ser

ausente de racionalidad y

que posee una sobredi-

mensión sexual es un tó-

pico que atraviesa toda

nuestra historia. Se sigue

produciendo sentidos con

la vieja dicotomía civiliza-

ción/barbarie, y se adscri-

be la cultura negra y chi-

na al polo subalterno de la

relación.

Los exegetas más agu-

dos de las ideas literarias

de Mariátegui (Tomás G.

Escajadillo, Mirko Lauer,

Antonio Cornejo Polar,

Carlos García Bedoya M.,

entre otros) han puesto

énfasis, con algunos mati-

ces, en la periodización

propuesta por el séptimo

ensayo y su visión dialéc-

tica del proceso teniendo

como preocupación cen-

tral la creación de una li-

teratura nacional sui

generis por su carácter no

orgánico. Mariátegui re-

marca al final de su ensa-

yo que él se ha “propues-

to esbozar los linea-

mientos o rasgos esencia-

les de nuestra literatura”

(348). Por ello, el énfasis

en la liquidación del ca-

rácter colonialista de

nuestra literatura, la reve-

lación de la vigencia cos-

mopolita y la esperanza

puesta en la literatura

indigenista anunciada por

Melgar, Gamarra y Valle-

jo como medio para llegar

a una literatura nacional.

¿Cómo es posible esa

literatura nacional, defini-

da por una sola cultura, en

una realidad pluricul-

tural?, ¿cómo crear un

campo literario autónomo

proponiendo el someti-

miento de la producción

literaria a orientaciones

políticas?, ¿cómo creer

que la vertiente cosmopo-

lita puede desaparecer en

una sociedad periférica?,

¿por qué creer que nues-

tra “herencia colonial” solo

posee facetas negativas?,

¿por qué condenar a la li-

teratura indígena al futu-

ro y negarle su pasado y su

presente?

En la lectura del Amau-

ta, la literatura nacional

aparece configurada como

un horizonte de deseo,

pero no es más que deseos

sin horizontes. Para utili-

zar las mismas categorías

que Mariátegui: en el Perú,

la literatura colonial creó

espacios nacionales y cos-

mopolitas, la literatura

cosmopolita creó nuevas

formas de colonización y

nacionalidades virtuales,

la literatura nacional es

ahora una utopía anacró-

nica en un mundo de cul-

turas desterritorializadas,

memorias colonizadas,

imaginaciones domestica-

das, exacerbación de dife-

rencias y comunidades

virtuales.

¿GOOD BYE,

AMAUTA?

Las más valiosas ideas

de Mariátegui sobre la li-

teratura peruana no se de-

sarrollaron por sus segui-

dores cuando la sociedad

y la cultura lo requerían,

y cuando se produjo el

desarrollo ya era demasia-

do tarde: la sociedad y la

cultura habían cambiado

drásticamente. Exploran-

do solo las tres variables

desarrolladas, percibimos

que la vigencia de Mariá-

tegui radica, principal-

mente, en la construcción

de un ideal de intelectual

crítico moderno que crea

una estructura cultural

como

Amauta

desde don-

de se piensa e imagina una

comunidad escindida en-

tre los fantasmas colonia-

les, los monstruos republi-

canos y los cantos de sire-

na de la modernidad peri-

férica.

El Perú de Mariátegui

ya no existe; sin embargo,

el eco de su fuga todavía

queda resonando en nues-

tra nostalgia. Hoy, la vi-

sión de Mariátegui es in-

suficiente; sin embargo, su

desafío late incrustado en

el centro de nuestras espe-

ranzas.

BIBLIOGRAFÍA

MARIÁTEGUI, José Car-

los.

1968 “El proceso de la li-

teratura”.

Siete ensayos

de interpretación de la

realidad peruana

.1928.

Lima: Biblioteca Amau-

ta, 181-277.

VELÁZQUEZ CASTRO,

Marcel

2002 “Los 7 errores de

Mariátegui o travesía

por el útero del padre”

en

Ajos & Zafiros

3-4:

117-132.

VIENRICH, Adolfo

1999

Azucenas Quechuas.

Fábulas

Quechuas

.

1905, 1906. Lima: Edi-

ciones Lux.

WIESSE, María

1945

José Carlos Mariáte-

gui (etapas de su vi-

da)

.Lima: Ediciones

Hora del Hombre.

“Amauta

representaba un espíritu en expansión

que formalizaba los sueños y la fe histórica de un movimiento y de

una generación: la voluntad de crear un Perú nuevo dentro de un

mundo nuevo. Ninguna de las grandes revistas de nuestra tradición

se inclinó tan decididamente por el debate y la polémica constructiva

sin caer en la ortodoxia o el planteamiento fijo”.

1

Un análisis más am-

plio de la propuesta de

Mariátegui sobre el proce-

so de la literatura peruana

puede leerse en mi artícu-

lo “Los siete errores de

Mariátegui o travesía por

el útero del padre”

(2002).

José Carlos Mariátegui en sus inicios como periodista.