persona con el título de Sub-delegado que
desem~
peña las funciones de un Intendente de Policia.
:BJste empleado tiene
á
sus órdenes cierto número
de vigilantes, escogidos en cada faena entre los
mismos trabajadores. Con estos individuos, que
han sido bautizados con el nombre de
jueces
(l),
el Sub-delegado recorre constantemente la línea,
s_in tener residencia fija en
ningun~
parte. Todas
estas precauciones sirven para evitar que los va–
gos cometan fechorias en los caminos y que los
comerciantes hltroduzcan licores
á
las faenas , lo
que es absolutamente prohibido . Por lo demas,
el
buen trato que reciben los operarios, la pun–
tualidad con que se les paga y las consideracio–
nes que se les guarda (como si fueran niños) re–
comiendan mucho
á
la
Empresa. No debe darse
crédito, por tanto, á las patrañas que inventan
al–
gunos escritores de Chile s obre los vejámenes que
su~ren
los trabajadores del ferro-carril de Are–
q
m
pa.
Pocos momentos despues de nuestra llegada
á
la faena de
U
chumayo, a sistiamos
á
un es pectácu–
lo que se presenta con frecuencia en esos lugares :
::;e
trataba de volar parte de la cues ta de un cerro
por meLlio de un
polvorltz·o.
En la escavacion
6
p i'–
que
heuho con tal objeto,
se
hn,bia colocado un cre -–
cido número
de
barriles Lle pólvora , é inflamada la
g uia,
t) e vió
levantan; e una
nuLe ele
hurno
y
tierra
uon multitud Lle pieclnto,
á
manent de un volean
que repentinamenLe hace una erupcion y s e pone
( 1 )
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