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rada donde la fidelidad conyugal, el amor filial, la eco–
nomía, el trabajo
y
el más ardoroso patriotismo se ha–
bían nutrido con pureza,
y
que se nos presentaba como
un trofeo. del triunfo de crueles opn:;)sores contra esfuer–
zos magnánimos
y
jus:tos. Esto nos afligía al mismo tiem–
po que no teníamos con qué alimentarnos
ni
cubrir nues–
tra desnudez,
y
que todos mostraban un desprendimien–
to
y
desdén todavía más opresores que todo.
Un año luchamos para nutrirnos miserablemente
y
1lenos de zozobras, contra los obstáculos que oponían
a nuestra industria las preocupaciones
y
una especie
de guerra del poder. Los rumores de la opinión, el des–
prendimiento de nues,tros mejores amigos, un desprecio
casi general,
y
la proscripción que nos hacían sufrir, unos
por temor
y
otros por odio, nos dejaron ver una desgra–
cia próxima, a pesar de la palabra de Cm-los
III,,
que
nos había prometido toda seguridad
(1).
Nos convencimos bien costosamente de que los tira–
nos no tenían palabra, y que bajo de los que estábamos
pertenecían a los que bajo de esta misma garantía sa–
crificaron a nuestros últimos Incas.
El corregidor de Ureas había sido el destinado para
ponernos en una nueva carrera de crueles sufrimien–
tos por nuestra parte, de crímenes .horribles de la de
los españoles,
y
de humillación para nuestra especie que
la han mostrado cOJpaz de cometerlos . Se presenta un
neral fué libertado Juan Bautista Tupac Amaru,
y
encarcelado
un año después, sin motivos justificables. ( F.A.L.)
(!)
AJ cabo de un año de promulgada la amnistía fué que–
brantada; la fe burlad.a;
la palabra empeñada
y
la promesa
jurada rodaron por los suelos. . . Ordenaba la Corte de .Espa–
ña, con fecha 6 de Setiembre de 1783, al Visitador General J-0r–
ge Escobedo que impusiera la pena capital a los .principales fa–
miliares de José Gabriel Tupac Amaru
y
especialmente a
~u
·hermano, el autor de estas Memorias,
y
que desterrara a IQs
demás, "para que no queden restos ningunos de
la
infame Y
vil familia de los Túpac Amaru".
(Archivo General de Indias
de Sevilla. Audiencia de Charcas. legajo 598).