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Necochea hubo de contramarchRr, sin otro resultado que el ha–
ber cojido veinticuatro prisi oneros entre veintiocho soldados
que, apostados en Molleb·1ya p a ra sorprender a la columna chi–
lena, fueron sorprendidos por e :la.
Tomando en consideracion la manera como estaban distri–
buidas las fuerzas del j eneral Santa Cruz, la proteccion que la
sola presencia del ejército chileno en Arequipa prestaba a las
operaciones de los arjentinos, la facilidad de apoyar las insu–
rrecciones que se anunciaban como ciertas en Bolivia, i la de–
fcccion del jeneral L6pcz, que habia prometido retirarse a Bo–
livia con su division para secundar las deliberaciones del Con–
greso contra Santa Cruz, 11no podía dudarse del éxito de la
campaña.11 "Penetrando a Puno (continúa Blanco en su exposi–
cion) cortaba la línea del ejército enemigo, amenazaba a Boli–
via
i
tomaba posesion del Cuzco, que me proponía ocupar con
la division peruana a las 6rd en es del coronel Vivanco. El ene–
migo, en este caso, no tenia otro partido que abandonar el norte
i
venir con todas sus fuerzas sobre nosotros, quedando a mi
eleccion el recibir la batalla o reembarcarme i dirijirme sobre
Lima; pero lo mas probable hubiera sido que la campaña se de–
cidiese en el sur. La causa primordial de haberse fru trado di–
cho plan, claro está que fué la pérdida de la fragata
Cármen;
en ella venian los vestuarios de paño del jeneral La Fuente,
i
con ellos contaba para vestir de abrigo a mis soldados, cuyo
equipaje era solo a propósito para la costa, pero de ningun modo
para la cordillera. Necesitaba tambien, para pasar en ella, lle–
var conmigo la provision del ejército, pues que no debia contar
con otros recursos;
i
esto tampoco pudo proporcionársemc por
la escasez de ganado.
A
estos inconvenientes
~e
agregaron otros
que hicieron de todo punto irrealizable la ejecucion de mis pro–
yectos.11
Para probar que, a pesar de todo, se empeñó en buscar al
enemigo, el jencral refiere su marcha a Poxi con todo el ejército
en la noche del 3 de Novi embre, con motivo de habérsele infor–
mado que la divi'1ion de Cerdeña se hallaba en aquel lugar, a
dond e se encaminaba tambi en el j eneral Santa Cruz, qu e, segun
noticias, bajaba de la sierra en aquellos momentos.
A
las nueve
de la mañana del dia siguiente,
i
a ménos de una legua de Poxi,