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,,pedir las protestas del N l!ncio , ni las qll'e hizo despues el Papa
,,Inocencio X.
,,En
España
es tambien una regalía antiquísima del. Soberano
,,disponer de Iglesias
y
Monasterios desamparados
y
perdidos , so–
,,bre que se pudieran citar muchas Donaciones, Privilegios,
y
otras
,,pruebas instrumentales que se hallan en diferentes Arcl:rivos y
Es–
,,critores,
y
esto prestando su consejo los Reverendos Obisp()s jun–
,,tos sinodalmente.
,,Así se reconoce en Ja Donacion que el Rey
Don Sancho el Ma–
,,yor
,
reynando en
C.1stitla
,
Aragon
y
N avarra
,
hizo en el
Concilio
,,de
Pamplona
;:elebra<lo en
veinte
y
ocho
de
Septiembre de mil
y
vein–
,,te
y
tres
de Ja Iglesia
Iruniense
á el Monasterio de
San Salvador
de
,,Leyre,
previniendo que de
él
hubiesen de ser los Obispos , Reéto.,
,,res ,
y
Gobernadoresde ella , y fu ndándose en la desercion
y
pér–
,,dida de estas
y
otras Sillas Episcopales, que trató de restaurar,
,,cuya Donacion fue confirmada por el Rey
Don Sancho R amirez
en
, ,el
Año de
mil y setenta.
,;Tambien resulta del
Concilio
de
J aca
en el Año de
mil
y sesin–
,,tay tres ,
que el Rey
D on R amiro
de
Ar,igon,
c:lespues de haber es–
,,tableciao aquel Obispado , donó
á
su Iglesia diferentes Monasre-.
,,terios con sus pertenencias ,
y
pudiera hacerse un larguísimo catá–
,,logo de semejantes Donaciones
JY
aplicaciones de Iglesias
y
Mo–
,,nasterios executadas por
los:
Reyes de
España
de su propia au–
,,torídad.
,,Todo lo referido persuade que habiendo quedado verdadera–
,,mente vacantes las Casas , Colegios ,
y
B ienes
de los
R egulares
de
,,Ja
Compañia
,
pertenece
á
S. M. la di-;posicion
y
aplicacion , para
,,lo que ha declarado que oirá
á
los Reverendos Obispos,
y
su auto–
,,ridad ordinaria en lo que sea necesario.
,,Los. afeétos á la
Curia Romana
podrán oponer aqui que se tra–
,,ta de
B ienes
esentos, sujetos inmediatamente á la Silla
Apostólica,
;,y
que por lo mismo debía ser esta la que hubiese de intervenir en .
,,la aplicacion.
'
'
r
l .
,,Alegar~n
para e,sto algunas razones especiosas , y exemplos
,,con que se mtentaran autorizar las pretensiones de aquella
Cu–
;,ria
,
en
~ue
no dexará de hacer su papel la famosa causa de
los
;,Templarios.
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,,Pero la equivocacion , sobre que procedería todo este
argu~
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