

LIBROS & ARTES
Página 5
nuestros pechos y nuestra
rabia se ha hecho grande,
más grande...”. La voz y el
tono que volveremos a
encontrar en “El despojo”
(de
Yawar fiesta
) y, más
tarde aún, en el “Himno-
canción”.
“Warma kuyay” le da
forma a la ‘reexposición’,
el movimiento final. Los
temas principales se pre-
sentan modificados, pues
de manera consistente se
observa cómo el drama
del sujeto impregna la pre-
sentación del drama so-
cial. De hecho, se cumple
en este movimiento la ló-
gica de inmersión progre-
siva y radical en el ámbito
del sujeto iniciada en
“Agua”. El predominio del
mundo homosocial del
primer movimiento ha
sido gradualmente com-
plicado en el segundo con
la incorporación de las fi-
guras maternas y la inten-
sificación del impulso po-
sesivo del principal, y ya
en “Warma kuyay” domi-
na el asunto del deseo y la
transgresión sexuales. De
la posición de testigo del
mal que entiende la ne-
cesidad de enfrentarlo (a
través de la creciente
atención a la villanía del
principal y de la manifes-
tación del impulso violen-
to, homicida, vindicativo,
en el protagonista de
“Agua” y “Los escoleros”),
pasamos en “Warma ku-
yay” a la intimidad con la
naturaleza del mal. El acto
de violencia del gamonal
no se representa, sino que
se descubre: la posesión
violenta de Justina, obje-
to del amor del joven pro-
tagonista. El acto de ven-
ganza que este ejecuta es
indirecto (azota despiada-
damente a un becerro pro-
piedad del señor) y es el
mecanismo que lo lleva a
participar de la violencia
del gamonal, a ser partíci-
pe del mal.
Se cierra este movi-
miento con una famosa
coda, que sostiene el tono
del drama del sujeto a tra-
vés del motivo de la orfan-
dad: “Mientras yo, aquí,
vivo amargado y pálido,
como un animal de los lla-
nos fríos, llevado a la ori-
lla del mar, sobre los are-
nales candentes y extra-
ños.” Así como el motivo
del abandono de los dio-
ses (apus) (en “Agua” y
“Los escoleros”) propone
la dimensión social de la
orfandad, el abandono de
los padres y el destierro
expresan la experiencia en
el plano personal. Destie-
rro, forasterismo: de la
coda de “Agua”, en la que
se establece un horizonte
de esperanza en el movi-
miento hacia la comuni-
dad de Utek’pampa, a la
coda de “Warma kuyay”,
en la que ese horizonte
parece cerrado. La resolu-
ción de la crisis identita-
ria (que se ha representa-
do de manera extensa) es
el exilio y la construcción
de un nuevo territorio en
la escritura. Posición incó-
moda, dolorosa, pero
creativa.
Ahora bien, la estruc-
tura tripartita de
Agua
,
dada la laxa conexión
causal de los eventos, a lo
cual se agrega la tenden-
cia hacia la digresión des-
criptiva y el comentario,
puede ser pensada como
una yuxtaposición acumu-
lativa o asociativa. El di-
seño le da la consistencia
de una constelación tex-
tual en proceso de cons-
trucción a través de la con-
tinua reformulación de su
centro simbólico y formal.
Si esto hace que la narra-
ción se sienta descoyunta-
da, incrementa también su
apelación emocional. Pero
hay un ansia de forma que
se afirma en el predominio
tonal del drama del sujeto.
La emergencia y cen-
tralidad de este ‘yo’ tiene
su razón de ser: está a la
base del carácter rectifica-
torio de la intervención de
Agua
en el discurso de su
época sobre el mundo an-
dino. De un lado, frente a
la afirmación del mestizo
como modelo cultural,
cuyo arquetipo es el Gar-
cilaso reivindicado por la
historiografía tradicional,
el mestizo de
Agua
proble-
matiza los vehículos de ex-
presión (por ejemplo, la
tensión continua entre el
quechua y el castellano,
más como Guamán Poma)
y se concentra en la repre-
sentación del presente, en
tanto tiempo activo en la
experiencia del sujeto,
frente a las memorias del
bien perdido, en un espa-
cio que es social y cultu-
ralmente marginal (no
solo frente a la centralidad
de Lima, sino también a la
del Cusco) pero que se
hace simbólicamente cen-
tral. De otro lado, en su
toma de distancia frente a
López Albújar y García
Calderón, por ejemplo,
queda en claro que la vi-
sión que estos ofrecen de
la sierra y su mundo es la
de la elite costeña, cuya
mirada paradigmática fue
quizá la que produjo la ex-
periencia del famoso via-
je de Riva Agüero: el des-
cubrimiento, el asombro
y, al final, la distancia. La
visión que Arguedas pro-
pone se funda en una ex-
periencia que reclama al
mundo andino como ám-
bito de formación del su-
jeto: un espacio actual,
complejo, heterogéneo,
conflictivo, en el que se
está presente. El autor no
se asombra, no hay ‘descu-
brimiento’ o ‘encuentro’;
presenta dinámicas psíqui-
cas, sociales y culturales
generadas por una comu-
nidad histórica que se afir-
ma en el mundo. De modo
que lo que está en juego
no es ofrecer información
sobre un universo que no
se conoce, sino la necesi-
dad de producir densidad
simbólica, es decir, repre-
sentaciones.
En
Agua
el diseño va a
generar el espacio de re-
presentación que hace
posible la articulación del
drama psíquico y moral
del individuo con el dra-
ma social: una incursión
en lo inconsciente y en lo
moral oculto. En su cen-
tro se encuentra el sujeto
en trance como punto de
intersección de esas esfe-
ras. Se trata del comienzo
de un pensar novelístico
(la novela antes de la no-
vela) que le va dando for-
ma al universo de obsesio-
nes del autor. En el con-
texto de los inicios de los
años treinta, el desarrollo
en
Agua
de las categorías
básicas de la narrativa de
Arguedas significa la emer-
gencia de contenidos pro-
blemáticos, significa darle
forma a aspectos del ima-
ginario que retan de modo
radical los parámetros de
lectura y atención en la
representación del mundo
andino de la cultura ofi-
cial. Es el inicio de una
apasionante aventura ar-
tística e intelectual. En
Agua
se inscribe el naci-
miento del autor, en sue-
lo extraño.
New College of Florida
“En
Agua
el diseño va a generar el espacio de representación
que hace posible la articulación del drama psíquico y moral del
individuo con el drama social: una incursión en lo inconsciente y en
lo moral oculto. En su centro se encuentra el sujeto en trance
como punto de intersección de esas esferas”.
Jaime Guardia, uno de sus amigos que a través de la música lo liberaron de la desesperanza y la angustia.