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ESTADO Y SUS INSTI-
TUCIONES
SL:
Has afirmado recientemente
lo débil que es el Estado y sus ins-
tituciones para ejercer la autori-
dad. ¿Ese es un dato de la coyun-
tura o es uno de carácter estructu-
ral?
JC: La debilidad estatal en el
Perú es de carácter estructu-
ral. Curiosamente, se hace
mucha referencia al “centra-
lismo” administrativo de
Lima, pero pocas veces se
contrapone esa afirmación a
la extrema debilidad del
“centro” para garantizar
efectivamente el cumpli-
miento de la ley y de los de-
rechos ciudadanos. Y ahora
más que nunca; por eso si-
gue vigente el dicho que la
ley se acata pero no se cum-
ple.
SL:
Pero has subrayado el ca-
rácter autónomo de este Estado
frente a las elites.
JC: En muy contados mo-
mentos, como durante
Leguía, Velasco y Fujimori,
que dio lugar al recambio y
cooptación de las élites que,
por lo demás, eran muy dé-
biles. Pero, incluso en esos
momentos, la autonomía del
Estado fue muy precaria
porque estuvo condicionada
al respaldo externo. Claro
que sería un reduccionismo
extremo creer que esos go-
biernos existieron sólo por
dicho apoyo externo, dejan-
do de lado las condiciones
internas: lo que afirmo es que
su autonomía estuvo muy
condicionada por dicho res-
paldo y nada más. Leguía
contó con el apoyo político
y los préstamos norteameri-
canos que le permitieron
penetrar en la sociedad me-
diante redes de clientela; a
pesar de las nacionalizacio-
nes, el gobierno de Velasco
se vio precisado a embarcar-
se en un imparable endeuda-
miento externo para llevar a
cabo sus planes y, a raíz de la
crisis económica y social de
mediados de los setenta, las
presiones del gobierno de
Carter decidieron que Mo-
rales se viera en la obligación
de establecer la transición a
la democracia; el régimen de
Fujimori se fundó en la aso-
ciación con los poderes
fácticos, contribuyendo a que
obtuviera el respaldo políti-
co, militar y económico nor-
teamericanos, que hizo po-
sible la cooptación y corrup-
ción de militares, jueces, pe-
riodistas y políticos. Desde
los años sesenta, los gobier-
nos han financiado su exis-
tencia por deuda externa o
por inflación; nunca han po-
dido extraer recursos inter-
nos para promover el bien-
estar social. Por eso, ahora,
la reforma tributaria es tan
importante.
SL:
Alfred Stepan ha señalado
que gran parte de la autonomía
del Estado Velasquista se debía,
por un lado, a la calidad del cuer-
po de funcionarios; y por el otro,
al control de recursos y al dominio
territorial. ¿Piensas que la cali-
dad del funcionario de hoy es
menor?
JC: En aquel entonces, mu-
chos profesionales entraron
al Estado y se prepararon,
para bien o para mal...
SL:
Silva, Moreyra...
JC: Pero éstos tenían expe-
riencia administrativa previa
con gobiernos democráticos.
Joy Way…es uno de los
ejemplos de esos profesio-
nales que ingresaron al apa-
rato público; como decía al-
guien, muchos actuales em-
presarios fueron funciona-
rios de los organismos pú-
blicos del gobierno militar.
Durante ese periodo, se dio
una complicada relación en-
tre los profesionales y los
militares, en tanto éstos asu-
mieron un rol preponderante
en la administración pública
puesto que el gobierno era
de las fuerzas armadas. Sin
embargo, a pesar de esa li-
mitación, los profesionales
lograron implantar sus con-
cepciones nacionalistas y
voluntaristas – el que quiere,
puede– que radicalizaron las
reformas, como fue en el
caso agrario. A este respec-
to, uno de los grandes pro-
blemas del Perú es que no
tuvimos personal calificado
en el Estado que pudiera
desarrollar las capacidades
inherentes del Estado nacio-
nal, entre otras cosas, porque
los jefes patrimoniales de los
partidos no estaban dispues-
tos a limitar su acción discre-
cional y, mucho menos, a
afectar los intereses de sus
socios. En las teorías sobre
desarrollo económico, se
hace mención que se requie-
re personal calificado que
tenga una relativa autonomía
política para incentivar o
regular las actividades de los
sectores productivos, de
manera de conciliar los múl-
tiples intereses. En un régi-
men autoritario la autonomía
de los técnicos supone una
suerte de dominación sobre
los empresarios y/o traba-
jadores: Engels decía que el
canciller Bismarck había aga-
rrado a patadas a los empre-
sarios para que caminaran
por donde él quería que fue-
ran; en la democracia, la ad-
ministración tiene que man-
tener relaciones de conviven-
cia técnico-política con los em-
presarios y los trabajadores.
SL:
¿Pero qué cambios políticos e
institucionales habría que hacer
para llegar a un Estado respeta-
do, fuerte...?
JC: La persistencia de los
rasgos patrimoniales del Es-
tado ha contribuido a que
los cargos y las funciones de
la administración pública se
constituyeran en botines de
los presidentes y de los jefes
políticos, quienes se encarga-
ban de distribuir a su antojo
prebendas entre sus seguido-
res y aliados. Por tal motivo,
a pesar de los cambios y las
reformas sociales que acaba-
ron con el régimen de do-
minación oligárquica, el Perú
no ha contado con una le-
gislación acorde con los
tiempos, una administración
pública calificada, capaz de
implantar medidas destina-
das a responder a las deman-
das y necesidades sociales, y
de rendir cuentas de sus ac-
tos a la ciudadanía; esto ex-
plica, en buena parte, la de-
bilidad estatal. De tal situa-
ción se ha valido Hernando
de Soto para criticar el
“mercantilismo” y para que
cobre importancia la co-
rriente que propugna la libe-
ralización de la economía y
de la sociedad, a fin de aca-
bar con los restos patrimo-
niales. Con el derrumbe del
fujimorismo y la instauración
de un régimen democrático
esos problemas se han hecho
patentes, por lo que se ha
desatado una ola de pro-
puestas de reformas institu-
cionales que no se concretan
debido a múltiples resisten-
cias corporativas.
“En un régimen autoritario la autonomía de los técnicos supone
una suerte de dominación sobre los empresarios y/o trabajadores: Engels decía
que el canciller Bismarck había agarrado a patadas a los empresarios para
que caminaran por donde él quería que fueran; en la democracia, la
administración tiene que mantener relaciones de convivencia
técnico-política con los empresarios y los trabajadores.”