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LIBROS & ARTES
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l hombre siempre tuvo
apetencia del infinito,
una necesidad de organizar
su circunstancia pensando en
la trascendencia. En Occi-
dente, durante siglos, la im-
portancia de los sistemas re-
ligiosos es tal que ha condi-
cionado en todos los aspec-
tos la vida de la sociedad.
Pocos dudan, sin embargo,
en que desde hace un buen
tiempo hay no solamente una
crisis, sino una decadencia de
la importancia de las religio-
nes formales en la vida con-
temporánea.
Una serie de fenómenos
han sido señalados como
causas de esta inédita situa-
ción en la historia de la hu-
manidad. Sin duda a ella han
contribuido el desarrollo del
racionalismo científico du-
rante el Renacimiento, el es-
cepticismo y el secularismo
explícitos de la Ilustración, el
darwinismo y la tecnología.
En amplios sectores de la
población que siguen las
creencias tradicionales, la re-
ligión se ha convertido en un
conjunto de prácticas ocasio-
nales que apenas tiene que
ver con la vida cotidiana.
Pero la necesidad de
creer es tan profunda en el
ser humano que lo impele a
inventar sistemas que llenen
el vacío dejado por la deca-
dencia de la religión. A estas
maneras de concebir el mun-
do, George Steiner las ha lla-
mado mitologías. Una mito-
logía, de acuerdo a su pensa-
miento, es un cuadro com-
pleto del hombre en el mun-
do. Este criterio de totalidad
tiene ¿quién lo duda? un ori-
gen religioso y por lo tanto
un lenguaje propio con una
terminología precisa de aspi-
ración científica, imágenes
emblemáticas, tiene un con-
ductor o unos conductores
reconocidos, fieles seguido-
res apegados a la ortodoxia,
herejes, réprobos, fundado-
res de nuevas corrientes se-
paradas como gajos del flujo
central. Son, en cierto senti-
do, teologías sustitutas, siste-
mas de creencias y razona-
mientos que pueden postu-
lar un mundo sin Dios y ne-
gar una vida diferente a la que
transcurre en la tierra, pero
cuya estructura, aspiraciones
y presunciones son profun-
damente religiosas en sus es-
trategias y en sus efectos.
Hay ciertas característi-
cas comunes, gestos, recu-
rrencias, que permiten reco-
nocer un aire de familia en
movimientos alejados entre
sí, con objetivos muy diferen-
tes, como lo son el marxismo,
el psicoanálisis, la antropolo-
gía estructural de Lèvi-Strauss.
Lo que tienen en común es
una nostalgia de lo absoluto,
una explicación global y de
detalle de las motivaciones de
las conductas de los hombres.
El marxismo está vincu-
lado con el romanticismo y
con la utopía social. Encan-
dila a millones y millones de
personas en todo el mundo
hablando del progreso des-
de la esclavitud hasta el rei-
no futuro de la justicia defi-
nitiva. Hace un parangón
entre la doctrina teológica de
la caída del hombre, del pe-
cado original y de la reden-
ción final, y los términos so-
ciales e históricos. Marx tuvo
la dificultad de admirar la
magnificencia de la antigua
Grecia como la más alta cima
alcanzada por el ser humano
y al mismo tiempo abomi-
nar la esclavitud que estaba
en el desarrollo primario de
Apostillas a “Un hombre pasa con un pan al hombro” de César Vallejo
PRIMERO VIVIR, DESPUÉS
FILOSOFAR
Marco Martos
César Vallejo, durante su etapa europea 1923-1938, tuvo conocimiento
de las grandes corrientes del pensamiento contemporáneo y se acercó al
marxismo. Conoció el psicoanálisis desde la perspectiva de una persona cultivada
y de modo específico se refirió a él en este poema, junto con otros íconos de la cultura
occidental, desde Sócrates hasta Picasso. El tema educativo aparece sesgado en el
texto, que en un primer nivel nos dice que para satisfacer las apetencias de cultura del
ser humano hay que comenzar por resolver las carencias más elementales. La ponen-
cia
*
se contextualiza con reflexiones sobre Marx, Freud y Lèvi-Strauss
**
.
E
* Presentada en el VIII Congreso Pe-
ruano de Psicoanálisis
Fronteras del
Psicoanálisis: nuevas miradas
(Lima,
13-15 de junio de 2003.).
** Las referencias a Marx, Freud, y Lévi-
Strauss que se hacen en el texto siguen las
reflexiones de George Steiner en su libro
Nostalgia del absoluto
.Madrid, Edi-
ciones Siruela.2001.
Con Alberto Lleras Camargo, presidente de Colombia. 1959.