se
haya
terminado el ferro-carrll, los arrieros que
hacen el tráfico entre ambos pueblos. Cualquier
descuido del dueno del establecimiento en surtirse
de los artículos mas necesarios, suele costar muy
caro
:'.Í
los transeuntes. Hace pocos rnc. es que to–
da una <livision tle ntil hombres que regresaba de
Arequipa, siendo inútil su permanencia en dicha
ciudad por haberse arreglado honrosamente la
cuestion con el Gobierno de Bolivia, estuvo
á
pun–
to de perecer por falta de agua; felizmente las lo–
comotivas habian llenado algunos estanques el dia
anterior, y
la
tropa pudo salvarse, gracias
á
esta
circunstancia..
No debe llamar
fa
atencion el caso que hemos
narrado, pues ántes de ahora han sucedido otros
muchos semejantes. Tampoco se debe atribuir la
causa que los origina
á
fulano ni
á
zutano, sino al
atraso en que estamos
y
del que,
ú
Dios gracias ,
vamos saliendo poco
á
poco. No hace mucho tiem–
po qne dos pasajeros salieron
á
caballo de Islay
y
se extraviaron en la,
pmnpa.:
cuando partió gente
de Arequipa en busua ele ellos,
ya
era
tarde, pue8
solo encontraron sus ca.dáveres, que servian
clo
pasto
á
los buitre.·
á
tres l eguas del camino. Si
es
fácil no perderse durante el dia, ba:sta.ndo
para
ello
ir
junto
á
los po.·tes tlel telégnd'o
ó
cerca de
la multitud
de
esqueletos
<le
mulas
y
eaballot:l,
que fornrn,n un inrnen:::;o conlon
en
un.·i
ioclo
el
ea.–
mino,
no
sucede lo propio
aurnulc
l<-L
nouhe ,
en
que los guin,s
mas experto.· s uel e n e.>. Lrc1, vjarnc
tlu
la via pública. De e:::;ta
circun s tancia be
deriva,
la
p:-tlabra
e.mpampm·
·e.
que es un moditmw .
ó
un
pe–
rttanismo,
que equivale
á
«perderse
6
extraviarse