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. pampa. ¿Falta por ventura un capitalista
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un
empresario que quiera realizar una obra de
tantft
importancia pa
ra el pais y de inmenso provecho
para los que
ton1.enparte en ella? Por nuestra
parte, nos creemos bastante recompensados con
haber trasmitido esta idea
n,l
público, y dejamos
á
otras personas que, con mas inteligencia en el
asunto y mas recursos, estudien detenidamente y
lleven á cabo el proyecto.
Una observacion de paso. Está visto que abun–
da el agua en muchos puntos de nuestra costa,
como sucede en Ca.nete, Mala
y
Chincha; pero no
se sabe aprovechar de ella, distribuyéndola <le un
modo conveniente. En obras de esta naturaleza
los Incas estaban, hace trecientos años, mas ade–
lantados que nosotros.
Llegamos á la parte mae pintoresca de todo el
camino, y á la vez, á la seccion donde los traba–
jos del ferro-carril han ofrecido mayores dificul–
tades. ¡Hurra por los bravos trabajadores!
En esta seccion todo es hermoso y poético–
principiando por el nombre que tiene. Saliendo de
Tambo, la locomotiva describe en la p::i.mpa una
inmensa curva que se acerca
á
una
circunferen–
cia,
y
luego principia
á
subir mageBtuosamente las
lomas de Cahuintala, como una águiln. que corre
y
sacude las alas antes de remontarse
á
la
inmen–
sidad del cielo.
En
seguida vienen dos, tres, va–
rios trenes conduciendo agua para surtir los estan–
ques
y
materiales
para la
constru
cion de la.
vja