-
17 -
potlido llegará ser una especulacion solo despues de una
lucha continuada entre el deseo de la utilidad
y
los
medios de couseguirla Estos, no han llegado
á
ponerse
en práctica sino m
11
y
lentamente, introduciéndose pri–
mero en un pais é imitándose despues en otros que los han
adoptado en seguida
á
sus
circun!"'tan~~ias
pecuniarias.
Sin duda, como sucede-respecto de cualquier hecho de l
hombre, no ha sido posible esperar un perfeccionamiento
del gusano de seda, sino de u_n modo gradual
y
con mas
razon, si se atiendA que ha faltado el concurso de los
cultivadores, el cual se ha aumentado
~anto
e n estos últi–
mos tiempos en Europa. Pero corno nada
hay
estable en
la vicia,
la
especulacion d el gusano de seda ha tenido que
variar por una funesta circunstancia imprevista, que hace
cerca de diez
y
ocho años, ha venido
á
perturbarla.
Del mismo modo que los seres raciom1les tienen que
sufrir las desgraciadas consecuencias epidémicas que de
ve z en c uando aparecen, sin conocerse las causas ni lo s
medios de evitarlas, se ha desparramado en los cultivo5
del gusa no de seda de toda Europa, una
triste enfer–
medad llamada
pebrina,
hasta el dia desconocida, la que
ha hecho perder 7¡
1
O partes de sus producciones. Este
contratiempo, miéntras que ha hecho desvanecer mucha s
esperanzas justamente concebidas en los prósperos resul–
tados obtenidos en Europa,
fu é
la causa de hacer redo–
b lar al mismo
tiempo los esfuerzos, para poner en equi–
librio las prodnccion és, atendidas las grandes capitales
sin movi111iento, en plantaciones, edificios, máquinas , etc.
que de antemano po co
á
poco se habían ido aglomerando
en los diversos paises de Enropa,
y
que quedaban sin
producir.
Entre los varios medios propuestos, el cambio de semi–
lla para introducir en los cultivos gusanos no afectados
3