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EL ESPEJO
en Covarrubias,
y en Salgado, y en el
Forum Judicum;
y
diran lo que
les
de
la
gana. Yo, cnando voy
a
los Aman–
caes, pienso como cualqniPr dia del ano; y cuando les
rligo
a
mis lectores lo que me sucedi© en mi paseo, no
teBgo porque ocultarles las meditaciones
en
qne sumer–
jieron mi espiritu los encantos de Rosaura. Los que no
perciben mas que los objetos que tieneu por delante,
y
aun
asi no los perciben hasta que uo se rompen con ellos
las narices, me llamaran
e~trafalario.
Pero los que
sepan que las operaciones de nna cabeza, que uo per–
tenece
a
Un }oc0, tienen SiPmpre
Uil
en}ace perceptible
o
imperceptible,
y
que las digresiones de Lord
Byron
en su Don Juan, ban dado la aplicacion mas encanta–
dora
a
este priucipio i<leol6jico, hallaran
muy
racional
qne yo quiera perderme donde se perdio este celebre
gringo de la edad presente.
Y
~por
que no ha de servir tamhien esto para la
mayor ilustracion del caracter de
Dona
Escolastica?
Publicistas hay que observan que, en prnporcion al
niimero,
la
hi~toria
nos ha trasmitido mas reinas bne–
nas, que buenos reyes; y Montesquieu, que cree un
dis–
paris1te garrafa1, opuesto
a
la razon y
a
la naturaleza,.
el
q
ue una mujer ejerza en sn casa la antoridarl su–
prema, jnzga muy racional
y
muy en el orden que go–
binne un imperio. Este principio
n0
tiene la mas
frliz aplicacion
a
nuestra heroina. Dona Escolastica
caprichosa, dominaute, despotica, es la mujer mas
a
proposito para la administracion domestica;
asi
coruo
por el contrario hnbiera puesto en arnargos apuros
a
cnalquina de
nue~tras
rep(1blicas americanas,
si lm–
biPra logrado adornar sns hombros con una banda pre–
sicleucial.
En
nn dia
de mal humor, por
quitame
alla
esas pajas, hubiera echado
a
pasear
a
un
consul es–
traujero,
o
nos
hubiera
hreado con nn cnpo,
6 hu–
biera despachaclo con viento fresco por
f"SOS
mares
a
media doeena de eRcritore8: en Ingar de
~ue
los rasgos
de su ira
~e
ernhotaban en su
manso
Don
Pant.ileon,
como
en una ta:la
cle
mazamorra.
Y
el
hombre
se
da
por
muy
bien servido
con
estas iras; porquf" falta1·le
Da.
Escola~tica,
y
YenirsPle la casa encima. to<lo seria uno.
~'~nien admi~>istra
hs
fiuca~? ~Quieu
se
enti~nde
con
el abogado
y
el procurndol'?
tQuien cone con i>erse·