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(
.
ALIMENTACION POPULAR DE SANTIAGO
Entonces no faltaba en su pitanza la
carne tierna
y
dulce., ni la reseca loncha
de· charqui, ni el locro de densas nutricio–
nes, ni el ave delicada, ni el pescado deli–
cioso, ni el postre de miel, ni la fruta sil–
vestre. Vivia endurecido de zumos nutri–
dores, vigoroso de savia, henchido de sa–
lud como la selva.
Pudo asi, recorrer, con los batallones
)
apretados de bravura, todas las regiones
del norte del pais, incansable, ardiente,
tesonero, frenetico, hasta entregar a la
Confederaci6n Nacional, con los Taboa–
da, cinco provincias asperas
y
bravas.
El santiaguefio de las gestas, habia en–
tregado a la Patria la salud que ella le
diera. Se habia batido· para asegurar ·su
libertad en la tierra que le sustentaba. Era
una perpetua ofrenda -a la madre prolifica,
a esa naturaleza tan infinitamente Cle–
mente que hasta lo acunaba con el mur–
muno de sus hojas en el bosque, o el ru–
mor de las mansas ondas del rio.
Toda una tradici6n de coraje habia nacido
de . la abundancia de una alimentaci6n
variada
y
exquisita.
. .
Hoy, ruquel gaucho de la leyenda,
ya
no
existe. El aplastamiento colectivQ, la
fal–
ta de impulsos generosos, la inacci6n
y
el
marasrno, muestran a las cl,aras la ago-
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