ALIMENTACION POPULAR DE SANTIAGO
dad cientifica sobre el fondo de su altna.
ya que proyecta, con claridad insospecha–
da, rayos de
luz
en
el
misterio de los fe–
n6menos psico1'6gicos
y
en
el de
los ras–
gos
mas
acentuados de
Ia raza, que tie–
nen, en
la elecci6n
de los alimentos
como
en
la
forma de
aderezarlos,
su
expresi6n
mas
pura.
H1ay,
16gicamente, una bien
relaciona–
da
vinculaiCi6n
.erttre el cotner
y
el
vivir.
Y
asi como
es distinto_
comer
para ·vivir
que vivir para
com.er!son
distintos
tam–
bien
el
hombre
y
los pueblos segiin la for–
n1a, calidad
y
cantidad
de su raci6n ali–
menticia, pudiendose agregar,
todavia,
que
el hombre e's, substancialmente, producto
de lo
que
come, si sie entiende
por
hom–
bre
no solo su fuerza, vitalidad
y
contex–
tura
corporal, sino
tan1bien sus
actos e in–
clinaciones, es
decir,
lo
que
trasciende de
· su es·piritu,
y
que
bajo
la .
forma
de
pen–
samientos
o
ideales,
de
-caracter
o perso–
nalidad,
tipifican a las sociedades con
:ras–
gos netos
y
definidos.
II
No
correspo1nde,
ciertamente, la Iista
de platos Ql!e
for1na parte
del
presente
trabajo,
al "menu" cotidiano del pueblo.
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