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.a los Reales pies de Vuestra Majestad, con su

m~yor

rend

imi:n–

to dice: que por sentencia de la Real Sala del Cnmen de:ª cm–

dad de Lima ha sido remitido el suplicante con los demas pre–

sos a este puerto de Cádiz a disposición de V. M., sin otro

delito ni más causa que el de haber sido uno de los hijos me–

nores de José Gabriel Túpac Amaru; pues en el proceso que

se le ha formado, no se encuentra absolutamente ni aún siquie–

ra apariencia de delito, sino sólo el ser hijo de tal padre; por–

que su inocencia ha estado siemp_re encerrada en el claustro

sauradO de su puericia, sin otro conocimiento de lo que pasa

en"" el Mundo, que el ele correr tras las mariposas, embebido

en estos y otros entretenimientos de la infancia."

"Siendo esta la única causa de la prisión del suplicante, ya

se deja considerar, que al abrir el botón de la flór de su edad,

en lo más risueño de la primavera, le sobrevenga (por un tras–

torno de la Naturaleza) un invierno rigoroso en que gime, re–

gando continuamente con el caudaloso torrente de sus lágrimas

el fruto amargo de sus grillos

cadenas, que ha encontrado

en la tierra de su naturaleza, no po r hecho suyo, sino por ser

sólo descenciente de tal tronco, como lo es el género humano

del primer padre Adán. En el discurso de cuatro años y me–

dio que lleva de prisión, bajo la captura rigorosa, son indeci–

bles los padecimientos del supli cante, en tierra y en mar, en

los cuales ha contraído unos males habituales, sin poder recu–

perar la salud en manera alguna, y mucho más con la estrechez

del continuo encerramiento que sufre en un ·calabozo sumamen–

te hú_rneclo en el dicho Castillo ele Santa Catalina, por el tiempo

de .ano y medio, sin más esperanza que el de rendir la vida

a la violencia de la pena, cons umido ele miseria como ha su–

cedido con los demás presos, especialmente los

c~atro

que han

rnu_erto en es te Castillo. Por todas estas razones y otras que

omite:

!'·

Vuestra M_ajestad humildemente pide y suplica que en aien–

c1011 a los

~ot1vo~

_Y causas deducidas, se digne de tenerle pie–

dad

conm1serac1on, a un vasallo rendido y sumiso, que im–

plora su Real Clemencia, ·con los más vivos sentin1ientos de do–

lor, cierto de que su soberana bonda·d se ha de

~over

a com–

p asión, al . v_er

f!adecer a i:n inocente tanto tiempo un prolon–

gado martina sin otro delito que haber

i~acido."

"Si n embargo de su indemnidad, no hay cosa que más ape–

tezca el suplicante que el rendirse a la Real determinación con

una obediencia profunda; pues esta sólo es la que le ha atado

rnñs que las prisiones los pies

k1s manos, para no haber usa–

do de s u libertad que le franqueó

la suerte en el Reino de

Portugal, con la oc:isión del naufragio del barco de San Pedro

Alcántara; pues no hubo quien preguntase por el suplica,1te, en