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El Ministro Secretario de Gobierno tiene el honor de comu–
nicarle al Señor Ministro de Hacienda para los fines consiguien–
tes.-Buenos Aires, Octubre 24 de 1822.-Bernardino Rivadavia.–
Al Señor Ministro Secretario de Hacienda."
Dos días después de firmado el anterior decreto, dió cuenta
de éste el periódico ''El Argos" de Buenos Aires, en su núme–
ro 81, con las siguientes líneas:
''El Gobierno ha concedido a Túp-ac Amaru una pensión de
30 pesos mensuales, y casa; con la condición de que escriba de
su puño y letra el escrito que había presentado al Gobierno,
haciendo relación de sus padecimientos: para que éste, con el
decreto que expidió, sea archivado en el Archivo Biográfico."
El General Guillermo Miller, contemporáneo de Ju.an Bautis–
ta Túpac Amaru, en sus notables "Memorias al Servicio de
la
República del Perú", tomo 1, página 57 (Edición Blanco Fom–
bona) escribió lo siguiente:
"El hermano de José Gabriel Túpac Amaru llegó a Buenos
Aires en 1822, después de haber estado en el .presidio de Ceuta
treinta >años. El Gobierno independiente le dió una casa y una
pensión de treinta duros mensuales. Una exp-0sición de sus pa–
decimientos escrita de su propia mano, se colocó en los archi–
vos del Estado."
Bartolomé Mitre en su importante "Historia de Belgrano Y
de la Independencia Argentina", tomo II, página 424, refiriéndo–
se al proyecto de restauración del Imperio de los !ne.as, presen–
tado y discutido en el Con.greso de Tucumán de 1816, decía
que ·para la dicha restauración se designaba la candidatura de
"'José Gabriel Túpac Amaru, que con el mismo nombre hací.a
1:reinta y cuatro años yaeía cautivo en las mazmorras españo–
las."
(Y
aquí una pequeña enmienda: no tenían el mismo nom–
bre. Uno era José Gabriel, y el otro, Juan Bautista).
Y
con–
tinúa Mitre:
·•y como éste candidato estaba fuera de la dependencia de
los ·que proyectaban la restauración del Imperio del Cuzco,
Y
no se presentaba ni en perspectiva ningún otro que pudiera
reempl azarle, resultaba que el plan se reducía a .proclamar la
sombra de una sombra. . . Este candi·dato vino a Buenos Aires
en 1822, a la edad de 80 años, después de 40 años de cautive–
r io, donde por orden del Gobierno que le señaló una pensión,
escribió una relación de sus padecimientos bajo el título de:
''El dilatado cautiverio, bajo el Gobierno español de Juan Bau–
tista Tupac Amaru,
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nieto del último emperador del Perú."
El arribo a
Bu~nos
Aires ae Juan Bautista Túpac Amaru, .pro–
cedente de Espana, queda , .pues, comprobado con
testimonios
fehacientes, así como
también su autenticidad como autor de
s us Memorias. Recuerde estas advertencias el lector, que pue-