Previous Page  74 / 330 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 74 / 330 Next Page
Page Background

-

68 -

cualquier puesto, por humil<le que fuera, para derribar la tiranía

entronizada en su patria, a poder

e.Je

las bayonetas de Bolivia.

'

En los primeros meses de

st1

residencia en Chile La Fuente

estuvo alejado d el círculo de Vivanco i Pardo, de quienes sos–

pechaba, tal vez con razon, que trabajaban por desacreditarlo

en el concepto del Gobierno i particularmente de Portales. Pero

habiendo conseguido algunas entrevistas con el poderoso Mi–

nistro i hacerse estimar por él como hombre dilijente

i

enten–

dido, hubo de reconciliar e con aquellos compatriotas

i

combi–

nar con ellos, bajo los auspicios del Gobierno chileno, resuelto

ya a expedicionar contra el Protectorado, la organizacion de

una cruzada peruana, que debia marchar incorporada en el

ejército expedicionario de Chile. Portale:l encomendó a La

Fuente la direccion principal del cuadro auxiliar peruano, de

que ya hemos hablado, i lo designó ademas como candidato

para organizar i pre'.)idir el Gobierno provisional que debía

establecerse en el Perú

f1.

la sombra de la intcrvencion de Chile.

Esta designacion sublevó los celos de algunos pocos peruanos,

partidarios dc;l jeneral Gamarra, los cuall.!s se creyeron burlados

i traicionados por La Fuente. N,lció de

;:1quí

el ·chisme de un

supuesto contrato entre Portales

i

La Fuente, contrato que

El

Eco del Protectorado,

siempre listo para acojer toda especie

infamatoria i oprobiosa para la política del Gobierno de Chile,

denunció como un hecho inconcuso

i

cuya bases insertó en sus

columna en estos términoc;:

11El

Jefe Supremo del Perú (La Fuente) elevado a tan alta

dignidad por el

fiat

del señor Portales, ha estipulado con su

bienhechor las condidoucs siguientes:

111

Reconocimiento de la deuda que Chile reclama del Perú

i

pago por éste de todos los gastos de la guerra actual.

1 1

2.ª

Cesion completa

i

reconocida de todos lo

buques de

nuestra escuadra, robados por los pirat<l del señor Portales, i

obligacion por parte del Perú ele no tener fuerzas navales, bajo

el pretesto de equilibrar por este medio el exceso de fuerzas

de tierra.

"3·ª

AbQlicion del Reglamento de

r.omcrci0

i

restableci–

mi ento del tratado de Salaverry.

1'1

4.ª Ocupacion de los puertos del Callao

i

de Islai (con

fa-