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ritarismo caprichoso

i

personal se mezclarian con frecuencia

actos de magnanimidad

i

de cordura

i

medidas propias de un

gobierno patriota

i

amante del progreso, tenia ya en la época

a que hemos llegado, una importante hoja de servicios. De -

pues pe hacer su primeros ensayos como militar en los tercios

realista , Castilla tomó resueltamente su puesto en las filas de

la revolucion contra el réjimen colonial, i siguió las alternativas

de la guerra hasta batirse en primera línea en la decisiva bata–

lla de Ayacucho (7).

(7) Hácia t812, a Ja edad de

1

a

q

año, Ca tilla pa ó a Chile en c m–

pañia de su hermano i tutor don Leandro, que por negocio particulare

tuyo nece idad de re·idir en Concepcion. En e ta ciudad continuaba aquel

su e tudio de humanidade , cuando, con oca ion de la primera campa–

ñas de lo españole contra los in urjente de Chile,

entó plaza de cadete

en el rejimiento reali ta «Dragone de la Frontera)), a lo que lo indujo el

con ejo de u hermano, que era gran partidario del rei. En 1816 el capitan

jeneral

~!arcó

del Pont, que e preparaba para re i tir la próxima in va ion

del Ejército de los Andes, dió al jó,·en Castilla el grado de alférez en el

mi. mo rejimiento. De pue de la batalla de Chacabuco (

12

de Febrero de

l

l

7)

eu que no tomaron parte lo Drago ne de la Frontera, cupo a Ca .

tilla escoltar al capitan jeneral en

u huida a Valparai o i caer pri ionero

juntamente con él en la. cercanía de aquel puerto.

Ca tilla fué en\'iado a Bueno

ire

,

i h,1biendo obtenido

u libertad,

por gracia del Gobierno, pa.

ó

a Monte,· ideo i luego a Rio Janeiro, de

donde emprcndi un \·iaje por tierra, que duró cuatro me e , ha ta llegar a

Lima en • go ·to de

1

:

.•

l1í

e pu o a di po icion de la autoridade del

virreinato, que le recibieron con aga ajo

i

le dieron nueva colocacion en el

ejército. Proclamada la independencia del Perú por el jeneral

an :VIartin,

Ca tilla no pudo re. i tir a la tentacion de poner e al en·icio de e ta cau a,

1

se pre entó al Protector, que lo de tinó con el grado de alférez al e cua–

dran «Hú are

de Ja Lejion Peruana

u,

con el cual hizo la de venturada

campaña del

lto Perú en

I

23

bajo la órdene de los jenerale Santa

Cruz

i

Gamarra.•\ la llegada del e.1 · rcito auxiliar de Colombia, Ca tilla fué

incorporado en él, tomando parte en la ma

notable vici itude de aque–

lla memorable campaña. No figuró,

in embargo, en la batalla de Junin,

por hallar e a la azon arre tado

.l

con ecuencia de un acto de in ubordina–

cion propia de u jenio orgullo o

i

le\·antisro. En Ayacucho tocóle er de

lo primero que rompieron el fuego contra el enemigo, i en e ta accion re–

cibió <lo

herida . (Biog-rafia del gran man.cal don Ramon Ca tilla, publi–

cada sin nombre de autor en

El

Cimzcrc10

de Lima el año de r 6 , i repro–

ducida en

La Revista

l'auana

de Enero de i879, Lima, con alguna cortas

enmiendas

i

adicione del editor.)