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sido debido a la nulidad de los auxilios que ha prestado al ejér–
cito el Gobierno provisorio que se nombró a la llegada a esta
ciudad; que este Gobierno no solo ha puesto al ejército de Chi–
le en la imposibilidad de moverse, sino que se le ha dejado mu–
chas veces sin rancho absolutamente, i mui pocas veces se ha
dado éste al tiempo conveniente; que si estos recursos habian
sido hasta ahora de mui poca consideracion, ya estaba visto que
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quedaban enteramente agotados, pues en los cuatro dias últi–
mos no se ha dado cosa alguna para el rancho de los cuerpos i
manutencion del hospital; que todas las esperanzas que se te–
nian de cooperacion de los pueblos del Perú i de Bolivia, debian
perderse ya, pues se habia visto que en lugar de recibir estos
pueblos como un apo) o suyo al ejército de Chile, se han levan–
tado en masa los habitantes de Chuquibamba contra la division
mandada allí por e] teniente coronel Espinosa; que en Arequipa
no hemos podido tener una sola alta en los cuerpos
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que de
este modo es visto que tan léjos de poder el ejército de Chile
aumentar sus fuerzas en proporcion a las que exijen las cir–
cunstancias, se halla en el caso de no poder reemplazar las ba–
jas que ha tenido i que pasan de doscientos hombres; que las
provincias unidas del Rio de la Plata no han cooperado tampo–
co, como se esperaba, a entretener siquiera la division boliviana
d e la cual, despues de la accion de Humahuaca, ha enviado el
jeneral Brown hasta el campo enemigo que tenemos a la vista,
la mejor parte de las tropas que debian entretener a los arjen–
tinos; que en el caso en que se halla este ejército, no tiene otro
partido que retirarse sobre Uehumayo en la esperanza de que
el enemigo, confiado en la superioridad de su fuerza, nos persi–
ga i podamos entónces darle la batalla en la llanura, fiados en
el valor i entusiasmo de nuestras tropas i en la superioridad en
calidad de nuestra caballería. Pero que debe temerse que de–
jándonos ejecutar nuestra retirada a Quilca, hagamos ésta con
bastante dificultad, por la escasez de subsistencia, atendiendo a
las operaciones de la division Vijil. Pero que, dado que se eje–
cute el reembarco de nuestra infantería, sin pérdida alguna en
su marcha, nuestra caballería tiene que continuar por tierra
hasta Pisco, sin mas que sus caballos, los que despues de quin–
ce o veinte dias de camino, debemos suponer que llegarán en