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tirara a sus cuarteles, pues acababa de firmar los tratados de

paz. El mismo dia, al anochecer, se anunció por bando este su–

ceso a la ciudad i se mandó echar a vuelo las campanas para

celebrarlo.

El Protector, en el colmo de la satisfacion, se apresuró a ra–

tificar el tratado en el mismo pueblo de Paucarpata.

Hé aquí los términos

i

la forma de este pacto:

11En el nombre de Dios Todopoderoso, Autor

i

Lejislador

de las Sociedades Humanas.

u

Deseando los Gobiernos de la Confederacion Perú-Boliviana

i

de la República de Chile restablecer la paz i buena armonía

que desgraciadamente se hallan tan alteradas, i estrechar sus re–

laciones de la manera mas franca, justa i mutuamente ventajosa,

han tenido a bien nombrar para este objeto por sus ministros

plenipotenciarios, por parte de S. E. el Supremo Protector de

la Confederacion, a los ilustrísimos señores jenerales de division

don Ramon Herrera i don Anselmo Quirós, i por parte de S. E.

el Presidente de la República de Chile al excelentísimo señor

jeneral en jefe del ejército de Chile don Manuel Blanco Enca–

lada i al señor coronel don Antonio José de Irizarri, los cuales

despues de haber canjeado sus respectivos plenos poderes i ha–

berlos encontrado en buena i debida forma, han convenido en los

artículos siguientes:

1.

0

Habrá paz perpetua i amistad entre la Confederacion

Perú-Boliviana i la República de Chile, comprometiéndose sus

respectivos gobiernos a sepultar en olvido sus quejas respecti–

vas, i abstenerse en lo sucesivo de toda reclamacion sobre lo

ocurrido en el curso de las desaveniencias que han

motiv~do

la

guerra actual.

2.

0

El Gobierno de la Confederacion reitera la declaracion

solemne que tantas veces ha hecho de no haber jamas intenta–

do ningun acto ofensivo a la independencia i tranquilidad de la

República de Chile, i a su vez el Gobierno de ésta declara que

nunca fué su intencion, al apoderarse de los buques de la escua–

dra de la Confederacion, apropiárselos en calidad de presa, sino

mantenerlos en depósito para restituirlos, como se ofrece a ha–

cerlo, en los términos que en este tratado se estipulan.

3.º El Gobierno de Chile se compromete a devolver al de la