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Hallándose este tratado conforme con las instrucciones
dadas por mi a los plenipotenciarios nombrados al efecto, lo
ratifico solemnemente en todas sus partes, quedando encarga–
do mi secretario jeneral de hacerlo observar, imprimir i publi–
car. Dado en el cuartel jeneral de Paucarpata, a
17
de Noviem–
bre de 1837.-ANDRE. SANTA CRUZ.-El secretario jeneral
M. de la Cruz Mendez,,
(
r
I ).
Al dia siguiente del tratado regresaban a Arequipa muchos
de los vecinos que habían emigrado, i ese mismo dia las tropas
chilenas, con escepcion de los batallones Portales i Valdivia,
desfilaban para tomar la vuelta de Quilca, miéntras los batallo–
ne
2.
0
i 5.
0
del Protector llegaban apresurados a incorporarse
en el campo de Paucaparta. Entónces Santa Cruz mandó que
su ejército hiciera el 19 una parada de revista en Miraflores, a
que asistió el jeneral Blanco acompañado del jeneral Aldunate
i varios otros jefes del ejército chileno. Presentáronse siete ba–
tallones, dos cuerpos de caballería i una brigada de artillería
calculándose por todo una fuerza de cinco mil hombres (
I 2).
(u)
A/entes de Cliile en el Perú,
tomo 3.
0
Archivo Jeneral de Gobierno.
Otro ejemplar de e te tratado hemo yisto en el legajo
Eftlrcito Restaurador
del Perú
del Ministerio de Guerra i Marina.
(12)
Diario de Sutcl?ffe.
-El autor de la
Campaña del ejército restaurador
dice
que algunos jefes chilenos calcularon que este ejército tendria, a lo mas,
4,500
hombres; i como solamente el
18
e le habian reunido los batallones
2.
0
i
5.
0 ,
que representaban en suma una fuerza de
1,100
individuos, resulta
que &rnta Cruz no podia disponer el dia
16
o el
17
sino de
3,400
combatien–
te , de los cuales el batallon 7.
0
se componia de cívicos i reclutas de la Paz,
habiendo toda'\'ia entre los Cernas batallones como
500
reclutas de Puno
i
otros lugares. El mismo autor afirma tambien que el ejército chileno con–
taba en esos dias con
2,200
infantes i
560
jinetes, fuera de
300
infantes i
150
caballos de la columna peruana, que estaban en Arequipa el
16
de Noviem–
bre; con lo cual el jeneral Blanco se mostraba satisfecho de tal manera, que
el
IS
por la mañana a eguraba públicamente que en ca o de tratar con el
Protector, seria bajo la condicion de que el Perú quedara independiente.
(Apéndice, nota F.)
Contra los datos i cifras que acabamos de ver, referentes a la fuerza del
ejército chileno en la víspera de los tratados de Paucarpata, está el te timo–
nio del jeneral Aldunate, que como jefe del Estado Mayor jeneral debia e -
tar bien informado en la materia, el cual afirma que al tiempo de celebrar. e
los tratados, el ejército de Chile no podia presentar mas que
2
1
7
50
hombres