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LIBROS & ARTES

Página 31

ELEGÍA A LA MUJER INVENTADA

Una mujer o su sombra de yedra

llena esta soledad de lámparas vacías.

En la memoria del corazón

está marchita una flor,

un nombre de mujer.

Los ojos de la ausencia

están llenos de lluvia, de paisajes helados y sin árboles.

¿Quién conoce el nombre de esa mujer

que olvida su cabellera en los ríos del alba?

¡Qué difícil es distinguir entre la noche

y una mujer ahogada hace tiempo en un estanque!

El desmayo de una flor no se compara

al silencio de sus párpados cerrados.

(de

Descubrimiento del alba

)

LA ROSA DE SU NOMBRE

La rosa, la rosa siempre,

La rosa que me acompaña.

Aquí estoy de rosa a rosa

Esperando la condena

Del que a la rosa se entrega,

Disperso bajo la Luna,

Soñando la rosa que era.

No busquéis rosa ninguna.

Descubridla en Primavera.

LA ROSA ETERNA

En la mañana vacía

vestida de su alborada;

en la tarde fenecía

cual la rosa de la nada.

Estaba abierta de día,

de noche estaba cerrada;

cantaba como gemía,

sentía cuanto lloraba,

La flor del mundo ignorada,

que sólo el alma adivina,

de su tallo se alejaba

a ser la rosa divina.

VARIACIONES SOBRE EL MISMO TEMA DE

LA ROSA

En la rosaleda trina

la color pausada y leve;

rosa que nos ilumina

con su mirada tan breve.

En el ocaso la rosa

sueña soñando su herida;

desmayada, dolorosa,

fugaz, lejana, dolida.

¡Ay, la rosa, rosa, rosa,

llama que nos es querida,

principio de eterna cosa,

mudanza de nuestra vida!

Es la rosa de la herida

quebranto del ser querido

que no olvidará la vida

en jardines de olvido.

(de

La rosa escrita

)

(Sin formas la conocéis:

es la yedra obstinada,

la reja y el amor

apenas lágrimas de otro tiempo)