LIBROS & ARTES
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POEMA DEL SUEÑO DORMIDO
El hombre desvelado es más fino que la brisa nacida
en la frente de las mujeres dormidas. Y si pronuncia
palabra es más silencioso que la llegada del alba.
La soledad de los árboles es menos penetrante que el
desvelo. El insomnio está lleno de ratones y dientes y
pestañas. Verdadera fauna nerviosa de la que se sale
sólo por milagro.
NATURALEZA
No alcanzaré a ser puro mientras no crezca yerba de
mis pies. Hasta no saber oscuramente que en mí fluye
el agua, crece el fuego, trashuman animales.
INTIMIDAD
Estás en mí tan lenta que parece agua continua. Te
veo caer en mis últimos sueños, en blancos espacios
de soledad. A la distancia mínima del deseo y la belleza.
Oigo la música de tu cuerpo en la yema de mis de-
dos.
(de
Difícil trabajo
)
ESTÉTICA
(Realidad, incierta realidad o sueño.
Mujer siempre dormida en el poema.
Gacela despierta en suave paisaje de nube,
ausente de césped y horizonte.
POESÍA ES A CONDICIÓN DE OLVIDO).
En el panorama de la vanguardia peruana, destaca nítidamente Xaviel Abril, uno de sus más importantes
representantes. Un rasgo que caracteriza el temperamento de Abril —asiduo colaborador de
Amauta
, entre otras
publicaciones— es que a pesar de su adscripción a la vanguardia —fue uno de los más entusiastas difusores del surrealismo
en nuestro medio—, conoció y apreció hondamente el trabajo de los clásicos. Por eso en su poética conviven tanto el ímpetu
innovador de
Difícil trabajo
(1935) y
Descubrimiento del alba
(1937), como la limpidez expresiva y el vibrante acento
hispánico de
La rosa escrita
(publicado recién en 1987), como si el propio poeta hubiese dibujado su vuelta al orden.
Sin embargo, la faceta de poeta no alcanza para retratar a Abril en toda su dimensión. Practicó también la novela llamada
poemática, sumando a la familia inaugurada en nuestra tradición por Martín Adán en
La casa de cartón
, su libro
Hollywood
(1931) y la póstuma e inconclusa
El autómata
, publicada en la revista «Documentos de Literatura» en la
última década del siglo pasado. La imagen de Abril no sería completa si no se menciona su labor como crítico y
ensayista, dedicado en especial a examinar la obra de César Vallejo en dos libros de notable factura:
César Vallejo
o la teoría poética
(1961) y
Exégesis trílcica
(1981), excelentes aportes al estudio de la obra del poeta de
Santiago de Chuco. En suma, en Abril tenemos al escritor comprometido con su tiempo y sus ideas, al lector
acucioso de la tradición, a un poeta que luchó incansablemente por su ideal primero y último: la creación
de belleza a través de la palabra. (Alonso Rabí Do Carmo)
XAVIER ABRIL
(Lima, 1905-Montevideo, 1990)