- 69 -
haber sido buena la que consiguieron. Despues de
Java ~
da, generalmente en el vino unas las hacen nacer man–
teniéndola algunos días en sus senos ó en la cama, apro–
vechando · del calor natural
6
artificial. U na vez que
empieza
á
nacer, tienen todas las precauciones de recojer
y
reunir las primeras larvas en un punto donde mantie–
nen el ambiente con un calor uniforme, y de proporcio–
narle las comidas
á
sus horas y tiempo determinado.
Este sistema, sin embargo, se ha modificado en las
haciendas de Italia por los inconvenientes que resultaban
de la operosidad mal en tendida
ó
por los efectos de la
codicia. No pocas veces los campesinos perdian la se–
milla por la dificultad de guardarla en el invierno en los
lugares donde alcanzan los rntones
ú
otros bichos dis–
puesto siempre
á
perseguirla. Otras veces no siendo po–
sible determinar la procidad de la vegetacion
ó
las he–
ladas se perdía la semilla cuando se hacia nacer antici–
padamente, otras
v~ces
por descui<lo involuntario, y
sobre todo por la codicia, que obligaba
á
hacer nacer
mayor cantidad de semilla de la que realmente podia
cultivarse con las moreras de que se po<lia disponer.
De
este modo, se perdían las
~osechas
precisamente
casi al fin del cultivo,
ó
era necesario botar una gran
parte de gusanos para poder alimentar
á
los <lemas con
gran perjuicio del cultivo.
Lo que se practica en
g~neral
actualmente, es que el
propietario por medio de sus administradores
ó
agentes
decampo, tiene el especial cuidado de confeccionar las
semillas, procurándose para eso de antemano en otras
partes capullos mejores para confeccionar nueva semilla
en el caso de que la que se hubiese cosechado en la
hacienda, hubiese resultado ser inferior. La cantidad de