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ALMA.
LATINA
que quisieran sobr evi vir por el re–
cuerdo en este mundo de que apenas
gozar on.
Y
ese recuerdo será siem–
pre para s ns compañeras, un tierno,
un sonrosado r ecuerdo, como fué su
v id a
riente, perfumada
y
breve,
y
como ha sido su muerte, e l día ante–
rior a la festividad de la Virgen y a l
dia en que debía h acer sn Primera
Comunión-
ll ena de
rn1
triste
y
arro–
bador encanto; pnrque ha vo lado co–
rno esas almas blan cas ·poseídas de
amor, que se van al cielo la víspera
del Gran Día a comul gar con sus
h ermanos los ángeles ... . . .. .
Que sobr e su t umba r ein en la paz
y
el silencio
y
qüe l leguen lrn.sta e lla
las plegarias que , las q ne debieron
acompañarl a no a recibir porprimera
vez la Eucari-stía, ha n de lrn.ber e le–
vado por su alma como nn fragan–
cioso ramillete d e azucenas
y
de ro-
sas blancas .. . .... .
Calma chica
Entre nna monstruosa o1a qde se
a.1 eja
y
otra que se va hinch and o so–
bre la esmeralda del mar estúdiantil
quiero trazar estas lineas que sirv an
de un ali vio para los ·que ya salva–
ron en una tabla, para los que luchan
con las onda,s, y de un a fúnebre ora–
ción p ara los que 11 aufragaron ..
¡Oh los exámeues! Son nuestra pe–
sadilla en estos benditos tiempos en
que las primeras sari tas asoman sus
t ímidas a.las de palomas entr e
la ne–
gra bandada de tongos , en estos lumi–
n osos medi odías en que el So l pare–
ce querer llegar has ta Ios ·últimos rin–
cones come nn vii>jo amigo que aca–
bara ele regr esar de nn largo Yiag e .
¡Oh el vera uo! Los traj es multico–
l or es, el c ie lo azul , la frescura de l os
b11 ü os, el flir t en los ca,rros, la pi–
ca rdí a d e los to rpedos, y
l os in tem–
pestivos remojones de Carnestol en-
das. ¡Oh el verano! ¡Cuanta belleza!
!Cuanta primavera!
P ero
á
la en trada de ese nuevo pa~
raiso un arcangel con espada de fue–
go, impide el ingreso . E se arcángel
tiene á veces bigotes hirsutos
y
otras
usa tarro hasta la s orejas, es viejo , es
chino, es d e co lor hon esto, pero siem–
pre tiene algo de terribl e.
Y
de ese miedo á los exámenes
participa n todos. L os aplicados y los
ba.nsas. Creo que hasta las carpetas
y las columnas sienten escalofríos.-.
Cua ndo me d espierto, después de
haber soflado con fantasmas que me
r ep robaban) me encaro al Sol
y
le
digo:
Par a y óyeme ¡oh Sol! ¡Muy buenos días!
Abuelo de la,s flores y las a ves
Desperta dor universal ¿No sabes
T ú lo que son exa minrdurías?
Y
os digo con toda seriedad, que
el So l siente frío, se arrebuja entre
uua bufanda de nubes . . . .
Y
aquel
dia llueve .
Tambi én nuestras amables lectoras
están preocupadas.
Las beU-as cabecitas ame
nazan es–tallar entre el burbujeo de
nombr.esde tierras extrañas , de plan tas desco–
n ocidas
y
de guturales voces sajanes .
Filomena se ha comprado un len–
guáfono que le r epita las series de in–
glés y ella y 0risantem amenazaµ
poder traducir dentro de poco los
d ramas de Shackesp eare.
R osita que aspira al premio de es–
ti lo
y
al de costuraha llamado por te–
l éfono la mar de veces á Nicolasi,to
para pregun tarle- s i Chancay se es–
c1·ibe con i griega
ó
latina
y
la aguja
h a man chado co n sa11 g re de sus d edi–
tos de Blanca Ni e ves no sé cuantos
proyectos de almoh adones .
L a otra Rosita, la musa del de los
violoncelos, ha e11mudecido del todo.
¿L e habrán comido l a lengua los ·pe-