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ALMA 1,ATINA
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tan de unos labios mentirosos mu–
chas veces pero que siempre son
creídas Por desgracia quienes las
oyen son jovenes candorosas como
t6 que se dejé111 d ominar por la ter–
nura de
una
mirélcla
y
entregan su
corazón bello
y
amante
Hl
primer
apache del amor
que oo le entrega–
rá el suyo por cierto, eso .no; tn ca.
Tiño ingenuo le servirá ele charla
para el Club cloncle todos sus com–
pañeros ele
n
\·enturas cclebraní
n
la
hazaña corno una conquista sin im
portancia; porque no saben · esos
_hombres que
una
mujer que
:mm,
entrega algf) ele su alma
á
aquel e n
quien creyó, que no merece reírse de
una niña
que
é1ma p o rque ti ene
ne–
cesidad ele amar, porque siente el
amor con todo su fot'go, poi-que
mil pensamientos halagüeños, mil
espera1izas risueñas r evol o tean en
su mente que se figuró tan pronto
una vida dichosa con aquel
á
quien
amó. Pero de~pués viene el desen–
gaño querida sobrina, un a alma vír~
gen se abre
á
todas las el ulzuras del
amor,- sin clesconÍl a nza alguna, por
eso sentimos
un
vacío cuando el ser
amado nos olvida. No confíes
nun–
ca ele tales frases , todas son pala–
bras que se lleva el viento como
arrebata las hojas en el invierno.
Debes ele tratar de con0cer mucho
al
que tcdes cosas te dict para que
no sufras un desengaño siempre
11iuy
triste. Guíate siempre ele per–
s o 11as ele edad, ql1e podrán condu–
cirte con cuiclrido y desinterés.
Hé1Sta
la
próxima en q uc segui-
rán los consejos.
·
EL
TÍO JOAQUÍN.
ft-JW-JIM-f<U-1tJJ-JUJ-J!tJ-1b-11U-1-l:Q-1t.1-1.u-111:-1:e;,-1;u-1~119-1;n-~~lle-rA1-,'0-
r.11._,1~
Rincón amableM
Niñ ita Herminia Muj ica Alvarez Calderón
H
ern.osel<;,
apuntar h oy , p or p r i-
111.exa vez en est as p áginas un ac on–
t ecim.ien t o. luc tuoso , l a muert e d e la
1 iñ ii a
R e i
minia Muji ca
Alv~n e z Cal–
~leró n , q u e li a impres io11ado d o lo rosa
:y
so rpre sivRrn·eut e e l á 11irno d e nues–
tra socie d a d
y
e ~peci a lrn e1-1te el
el e
s u s com p añ E>rns e11 los el.a us tros d el
Sagn1d o Co rnzó11.
Ll en a el e e rn in o ce1Jte
y
fre sca
a lt>gd a ele la Yi da ;
bo11ita, y
d eli cada ,
e ra
la más
pe gué:ilit a
y
la m á s gra–
c iosa d e t
oe.las las col egiala s el e San
Pedro . Sus corn.pañ e rns m ayores la
mim a ban
y
eJ1greia n con un carlf10
fra t e rno
y
se agrupabau
a
su a lred e–
dor para oir la gracia en cau tad ora
de sus palabras.
Su cl esapari ci ón b a h ech o ll o ra r a
cuantos la conoci e ron p orqu e t eni a
esa irres istible simpatia , qu e es co–
mo e l privilegi o el e las alrn.a s qu e se
van
a.
ir muy pro11to,
J
qn e p a r e'ce