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1'0

ALMA l ,ATINA

número de <<Alma Latina» en mo–

mentos en que sufría un vic,knto

aü1que ele rabieta, tuvo la osadía

de ponerlo al igual. ele nuestra ma –

che tierra.

Que eón tal motivo los Directores

se constituirán el próximo día ele

salida en la puerta del pensionado

para .......... .. verla pasar.

Que un afortunado Redactor se

ha encontrado en la Pal tri-quera del

Piablo-¿Serán ele alguna habitué

del Femina?- un libro de firmas con

el

retrn to

e.le

su

c1

Ul·ño,

urn1 banda

azul

á

la que le faJbrn dos flecos y

un rosario de plata con indulgen–

cia plena1·ia.

Qüe 1a.s propietarié1s ele estas pren

aas pueden acercarse

á

reclamarlas

á

la Redacción.

Que nos llama mucho la atención

el silencio ele Rosita que las

m:.i

las

lenguas atribuyen

á

celos por la

declaración ele un Director á la

oblicua T a n-Kiú.

Que

á

una «gentille» suscritot~a

'

cle la quinta le vino «Alma La-

tina)) "como caída del cielo.»

Que otra

suscrito.ra

se· ha olvida–

do qui en es el Dios Kón.

Y

que en el cuadro vivo «La Ga.

llina ciegH » ele _una fiesta en prepa–

n1ción, los que van

á

quedarse cie–

g - s van

á

ser los espectadores.

Calendario Peruano

Ha apan'ciclo esta interesante

y

útil publicación que dirige el Sr.

Juan Rí , s El nuevo calendario pa–

ra mil novecientos dieciseis, reune

todos los

cln

tos

y

observaciones que

le lrnn claclo tan justa fama

y

que

lo

han hecho in dispensa Lle para to–

do hogar limeño.

l'vlerece por ello un sincero aplau–

so su autor, el inteligente joven

don Ju,,n Ríos por esta difícil la–

bor, que es

la

única en su género

que se realiza en el país

y

con el

mismo éxito desde hace muchos

años.

ll-1JH-J1ll-llll-lltl-llll-llfl-llM-nt1-llfl-lll-1111-11M-1111-11q-n1J-1111-1111-1M-t1•-11M-11t-1:M-11V.-1:•-11-•

BOCETOS

H UMBERTO DEL AGUILA

La facultad d e letra s está de due-

l ó ....... .

Y no es que B ergson h aya fall eci–

po ,ni que algún av ión aliad o acabe

de dPstruir el rnn seo de K an t en

Koenisberg.

No. Es qn e Humberto d el Ag uila

se va definitiv amente

y

con él se

pierd e un algo t an n ece$ario como la

labia y la gorra de l\fariani to , etre.1c1

las p ared es d e est e pequ eño mund o

que sabe de la muda · d esesp eración

de tan tas j alader as y de las apoteo–

sis gloriosas de tantos sobresalien–

tes .

Para todos los n ovicios, para l os

que p or pl'Írn era v ez r eco rrían con

oj os azorad os la amplitud de l os

claustr os, fu é un cari ñoso e irrem–

pl azahl e iniciad or. ¡Cuántas v eces

l o escuch a,mos, ante el

a.so

rn o de un

grupo de

pi,imcitos ,

di sert ar cast ela–

ri anamen t e sobre los diversos méto~