ALMA LATINA
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que florecen a la vera
de olorosos
y
magníficos pantanos ....
También caben en l.:ts c uerd&.s de su lira
con que hubo a los monos de alegrar,
l as canci:-ones de las zorras
y acaso las fazañas d el grave Bullen Pardo
o las cuerda,s sonadas del gran bac hiller..... .
Y ese hombre todo largo,
y
ese hombre color cobre,
q u e se exhíb~ entre huacos y prendido de di–
[je
H.
un mamut
allí en el congreso qu e fundara Oarnie–
(ge
fué el triste tirano
que vencióme en l a lu cha
de un examen nefando
y
traidor.
Edga1·do Rebagliati.
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CARTAS
é
TERESA====
Un ilustrado bachill er de nuestra
Universidad ha escrito para una
linda é ideal sobrinita, que noso–
tros nos figuramos suscritora de Al–
ma Latina, estas cartRs llenas de
fi–
losofía
y
de belleza
y
en la s que co–
mo buen socio de la Juventud Ca
tólica toma la defensa ele la mora–
lidad.
1\hí van las ca rtas y
adivinen
quien es.
.. ....... por que está en la hu–
mana condici,ón q ue no b aya
bien mejor que la esperan za,
ni cosa real' que se aventaje
'á la dulce iucertidumbre del
s ue ño.
J.
E. Rodó.
Querida Teresa:
En estos días en que han salido
á
relucir los vestidos morados
y
los
zahumadores de plata, que el buen
Dios de los milagros en su triunfan–
te romería. nos ha dejado perfume
de incienso en los vestidos
y
un há–
lito de misticismo en las almas y en
que la libertad de cultos pone una
nota ingrata en esta ciudad de los
Virreyes que tiene tantos rin
conesconventuales y tantas poll as de.vo–
tas turbando los sermones de un
_ santo misioneto, aprovecho la o:.-a–
sión para hacerte algunas adve.r–
tencias.
No pensa ba al separarme de tí el
otro día en estas cosas sino en las
cartas que pedías te escribiera por–
que necesitabas un consejero cari–
ñoso y desinteresado para internar–
te en el laberinto del mundo; me di–
jiste
y
creo has acert ad o que nadie
m ejor que y-o podría serlo. No he
dejad o de reflexionar en el enea r go
que me he impuesto por complacer
á
sobrina tan lind a y cariñosa. Tu
entrad a
á
ese gran teatro que sella–
m á mundo me alegra y me apena al
mismo tiempo . Me alegra porque
conozco que mi Teresá es belfa, in s–
truida y agrada ble por lo que h ará
gran papel , peró me apena po rque
temo que e n tan numerosa compa–
ñía heterogénea
y
va na, pierd a
la
frescura de s u belleza. ad quiera la
frivolidad inherente
á
los qne en ella
viven que no hablan sino de modas
y
necedades. Porque no crea s so–
brina, que todas las sedas envuel–
ve n cuerpos sanos ni t o das las pe–
cheras ocultan corazones nobles.
¡
Cuánta miseria se encierra entre
tanto lujo é hipocresía. La socie–
dad contemporánea, en la que tene–
mos que actuar, por clesgraci::1, se
forma ds elementos heterogéneos
sin ideal ni fin ninguno, sin carac–
ter v sin dirección. Al iniciarse en
está vida todo seduce. Tu alma
amada sobrina, es como esas flores