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Otro emigrado notable, cuyo sino le reservaba tambien para

mas adelante un papel

di~tinguido

en su patria, aunque sin la

buena estrella de Castilla, de quien fué émulo desgraciado en

la política

i

en las arma , era el coronel don Manuel Ignacio

Vivanco. Hombre de variada instruccion, de maneras mui cul–

tas, sagaz, bien parecido, tenia tambien la recomendacion de

us servicios militares, que

h~bia

comenzado en

l

820,

abando

nando el colejio cuando apénas tenia

14

años, para colocarse

en las filas del primer ejército libertador del Perú. Vivanco

habia a istido a las batallas de J un in i de Ayacucho.

Ligado por antigua ami tad con el jeneral Salaverry, siguió

la bandera revolucionaria <le este caudillo,

i

figuró en el com–

bate del Gramada! (Enero de 1836) en que el jeneral Quirós

rechazó una division mandada por el mi mo Salaverry. Vivanco

cayó prisionero en esta accion. Poco despues apareció en Chile,

en donde continuó íntimamente

1

unido con don Felipe Pardo.

A mediados de Noviembre de 1836 hab;a llegado a Chile un

emigrado peruano, que por su<; antecedentes, us pa ·ione

i ar–

dides, su perseverancia

i

su extraordinaria actividad, podia ser

considerado como un

ir~signe

ajente de conspiraciones. Era el

coronel don Juan Ánjel Bujanda, que venia de Guayaquil, tra–

yendo comunicacione del jeneral d n Agustín Gamarra para

el mini tro Portales. Bujanda habia sido auxiliar

i

cómplice de

Salaverry en la rcvolucion del Callao (Febrero de 1835) quedan–

do como gobernador de esta plaza en los primeros días del

gobierno revolucionario. Por órden de Salaverry prendió en

dicha plaza e hizo fusilar, sin forma alguna de proceso, al jene–

ral Valle Riestra. Pasó luego a Lima para presidir el nuevo

gobierno durante una breve ausencia del Jefe

upremo,

i

poco

despues se encargó del Ministerio de la Guerra. En Junio de

1835

fué

enviado por

~alaverry

juntamente con don Felipe

Pardo, a conferenciar con el jencral Gamarra, que se hallaba en

el Cuzco a la cabeza de alguna fuerza armada

i

con cuya alian-

cosura, individuo de número de la Academia

E ~ p=tfiola,

leido ante e ta

cor–

porncion en la e ion pública

in,rngural

d~

r 70.) E co ura presentó en

e te di cur o un estudio biográfico i literario no solo obre don Felipe Par–

do,

ino tambien sobre don Ventura de la Vega i don Jo

é

de E pronceda,

con todo

lo cuale habia

ido condi cipulo

i

amigo.