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A poco de declarada la guerra al Protectorado por el Go–
bierno de Buenos Aires, un ejército arjentino como de
4,000
hombres, por !a mayor parte reclutas, se había situado sobre la
frontera de Bolivia, al mando del jeneral don Alejandro Here–
dia, gobernador
i
capitan-jeneral de la provincia de Tucuman,
A falta de otros documentos
i
dada bs circun tancia en que se verificó el
motin, puédese conjeturar racionalmente que us autores fueron movidos
por el estado de la opinion i por la actitud del Congreso de Bolivia con
respecto al pacto federal.
Por lo demas, es lójico que la prensa protectoral no hiciera mucho hin–
capié en este uceso, ni quisiera poner en tra parenda a lo ojos del públi–
co, los verdaderos antecedentes i objeto del motin. Ma , para juzgar la im–
pre ion que debió de experimentar anta Cruz con motivo de este incidente,
i
para medir la importancia
i
tra ceridencia que, in duda, le dió aun de pues
de terminado, basta con iderar el decreto que con fecha 9 de Octubre dictó
en la Paz para premiar a la ciudad de Oruro. Hé aquí lo ustancial de e te
decreto:
La ciudad de Oruro tendría en adelante el titulo de heróica
i
leal. Se
terminaría la obra de proveer de agua a la plaza de Oruro i de erijir en ella
una pila, sati faciéndose por el tesoro público lo ga to a que no alcanza en
los fondos de policía.--Se harían diez nombramiento de miembro de la Le·
jion de honor a fa,·or de otro tanto indi' iduo entre l0s principale milita–
res
i
empleados que habian trabajado para re tablecer el órden.
erian nom–
brado sub-teniente de ejército i miembro de la Lejion de honor dos ar–
jento primero ;
ub-teniente
de la Guardia Nacional i miembro de la
LeJiOn de honor cuatro sarjento
egundo .- ei
premio de a 80 pe os
cada uno,
2
5 de a 40, i 80 de a ro, se distribuirían, egun el dictámen de
una comi ion
ad hoc,
entre los artillero , guardias nacionale
i dema ciu–
dadanos que
e hubie en di tinguido en la reaccion. Adema
60
premios
de a 6 pesos se distribuirían entre la mujeres (persona del bello sex0, dice
el decreto) que ma se hicieron notar por u entu ia mo i celo en el resta–
hlecimiento del órden. La
di
tribucion debía hacerse en reunion pública,
convocada i presidida por el Prefecto, quien en eguida
da~ia
las gracias a
la poblacion, a nombre de la Patria i del Gobierno, por
u patr10t1smo,
lealtad, amor al órden i a
la lei, i por su adhesion a la persona del primer
majistrado de la República.-Un montepío de 6 peso mensuale
i una beca
en el colejio de educandas de Oruro, , e a ignaban a Micaela Perez, herma·
na del soldado que habia muerto gloriosamente
(a
mano de Núñez en la
fortaleza) en defensa del órden.-Dos presidarios que habian contribuido a
la prisíon de Núñez, debian quedar ab uelto
de la pena que aun le que–
daba que sufrir,
i
cada uno recibiría adema una gratificacion de
25
pe os.–
«.Todos los habitantes de Oruro ( decia
el
último artículo del decreto) que