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un grupo de individuos capitaneados por Narciso N úñez

i

Francisco de Paula Carretero, se apoderó de la fortaleza Liber–

tad, sorprendiendo la guardia de milicias i de algunos artilleros

de línea que la custodiaba; prendieron al prefecto del departa–

mento i al gobernador de dicha fortaleza i los encerraron en

ella. A la mañana siguiente los amotinados llamaron al pueblo

a la plaza pública con el objeto de levantar una acta revolucio–

naria; pero habiéndose resistido algunos de los concurrentes

i

no

teniendo los mas suficiente confianza en los fautores del motín,

acabaron por

retirar~e,

yéndose muchos de ellos a buscar segu–

ridad en los cerrns inmediatos a la ciudad. Corrieron siete

dias durante los cuales los amotinados, aunque dueños de la

situacion, no consiguieron poner de su parte el número de veci–

nos bastante para dar prestijio i popularidad a su pronuncia–

miento. Entretanto los milicianos del pueblo, aunque privados

casi todos de sus armas, i muchos otros vecinos concertaban

los medios de asaltar a su vez la fortaleza,

i

dentro de ella mis–

ma se entablaban secretos tratos entre el prefecto· prisionero

i algunos de los mismos amotinados, para verificar una reaccion.

Al

amanecer del dia

2

de Octubre, en efecto, un golpe de pue–

blo, en que se hacia notar muchedumbre de mujeres, se presen–

taba en actitud hostil en los alrededores del reducto, i pene–

trando al fin en él, rompían lag puertas de los almacenes, cuyas

llaves guardaba Núñez, i tomaban las armas i municiones que

dentro había, a lo cual se siguió la operacion de amarrar a los

cabecillas del motin.

Carretero, que intentó resistir, fué muerto. NÚfíez, que re;:,ÍS–

tiendo igualmente, había dado muerte a un soldado de la Guar·

dia Nacional,

fué

arrestado juntamente con otros dos cabeci–

llas llamados Francisco Pedregal i icolas Vizcarra. El mismo

dia

2

quedó restablecida la situacion anterior al pronuncia–

miento. NÚfíez, Pedregal i Vizcarra sufrieron la última pena.

(23)

(23)

En las escasas noticia que acerca de este movimiento publicaron

los periódicos del Protector,

(El Eco del Protectorado núm. 91

i

El Eco

del Norte núms. 35

i

40)

no se di vi a cual

fué

el yerdadero propósito

de los motini tas,

i

solo . e deja entender que e trataba de sustraer el de·

partamento de

Oruro

a la 0bediencia del Gobierno establecido en Bolivia.