del vecindario de aquella ciudad i para rogarle que apresurase
su arribo a ella. Eljeneral Aldunate prosiguió su marcha i el
u
acampó en Challapampa, a media legua de Arequipa, con las
fuerzas de vanguardia. El dia anterior habían abandonado la
ciudad las tropas de Cerdefia, i a su vista la poblacion había ce·
lebrado la fuga con repiques, músicas, cohetes
i
otras muestras
de entusiasmo.-Llegó Blanco a Uchumayo i allí recibió una
carta de Challapampa en que se le hacia saber que el enemigo te..
nia
3,000
hombres a seis leguas de Arequipa, con lo que el jene–
ral dió inmediatamente órden de que el Colchagua, la Artillería,
la columna peruana i parte de la caballería, que aun iban a reta–
guardia, redoblasen la marcha, como lo hicieron pa;sando rá–
pidamente por Vitor con la espectativa de un próximo com–
bate en las cercanías de Arequipa. Resultó falsa la noticia;
1
pero se dejó que las fuerzas indicadas continuasen marchando
precipitadamente hasta llegar a U chumayo el
12
de Octubre.
El jeneral Blanco llegó este mismo dia a Challapampa i re–
solvió que en el mismo dia tambien fuera ocupada la ciudad
de Arequipa, .como lo
fué,
en efecto, a las cuatro de la tarde,
por una sola compafiía de infaqterla. En la mafiana <le aquel
dia se había publicado por bando en la ciudad una proclama
del jeneral Aldunate, por la cual se declaraba a sus habitantes
bajo la proteccion del ejército restaurador. Hasta alH el jeneral
Blanco parecia dispuesto a emprender operaciones activas
para alejar de los pueblos inmediatos al enemigo i preparar
entre tanto los medios de movilizar todo el ejército, impedir la
concentracion de las fuerzas contrarias i promover el entu·
sia~mo
i cooperacion de los pueblos en favor de la causa de
Chile. El jeneral, sin embargo, olvidó por muchos dias la ur–
jencia de estas medidas, pues el ejército continúo acampado en
Challapampa doce dias consecutivos, i solo se movió al sur de
la ciudad cuando el enemigo había tenido tiempo de recojer
cuantos medios de movilidad i ganado habia en el cercado de
la ciudad.
El pueblo de Arequipa, al ver acuartelado el ejército en Cha–
llapampa, se dió a entender que la ocupacion de la ciudad era
mui precaria i no tenia mas objeto que llamar sobre aquel
punto las fuerzas del Protector. .Algunos individuos advirtie..