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columna expedicionaria que habia recibido el encargo de ocu–

par a Cobija, i que despues de ocuparla por pocos días, se

reembarcó para reunirse con el grueso del ejército.

El

29

de Octubre marchó a Ch uquibamba i Majes el tenien–

te coronel Espinosa con

90

hombres de los cuadros peruanos,

i

en dichos lugares se batió con fuerzas destacadas por el jeneral

Vijil, las cuales habían salido de lea i Lima para hostilizar al

ejército restaurador. Espinosa, despues de recojer algun gana–

do, se puso en retirada, sin ser perseguido por el enemigo que

se encontraba anulado por la fatiga de una larga travesía i por

la desercion (3).

U na partida numerosa de tropa enemiga dejóse ver el 3

I

de

Octubre sobre los altos de Cangallo en las goteras de Arequi–

pa, lo cual introdujo la consternacion entre sus habitantes, que

atribuían aquel avance a la inmovilidad del ejército restaura–

dor. Rlanco, comprendiendo al fin los inconvenientes de esta

situacion, destacó al coronel Nccochea el dia siguiente con un

escuadron de caballería i cuatro compaftías de cazadores para

sorprender o provocar a un combate a la vanguardia enemiga.

Necochea marchó en direccion a Poxi i sorprendió una avan–

zada, una legua ántes de aquel pueblo, tomando 24 prisioneros,

un jefe

i

dos oficiales, i dejando dos muertos en el campo, sin

pérdida alguna de su parte. Con la noticia de este suceso, las

tropas protectorales se retiraron de Poxi,

i

Necochea contra–

marchó a Arequipa. Se ha creido que si la fuerza de Necochea

hubiera marchado en pos de la tropa enemiga, que se retiró de

Poxi en gran desórden con el coronel Montes, en pocas horas

habria podido alcanzarla i destruirla o dispersarla por comple–

to. El enemigo, entre tanto, volvió a ocupar a Poxi con tres

compañías de infantería. El jeneral en jefe intentó informarse

sobre el estado del campo de Puquina; pero, en vez de ocupar

para este fin a Poxi

i

destacar sobre Puquina su excelente ca–

ballería, se redujo a enviar un parlamentario a Cerdeña para

pedirle la regularizacion de la guerra con relacion a los perua-

(3)

Sobre esta campaña de

E

pinosa

hai

diversas versiones contradicto–

rias. El mismo Espinosa) al retirarse, escribjó a Blanco manifestándole que

no tenia fuerzas para resistir a Vijil.

(

Dz'ario de Sutclife .)