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trazarles un corto número de reglas a que VV. SS. nivelarán su
conducta.
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I.ª
Segun dejo ya dicho, las instrucciones de... (
16)
se mirarán
como mínimo de las condiciones que en el tratado de paz se
han de exijir por parte de Chile al enemigo.
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El Gobierno de Chile, sin embargo, animado de un sincero
deseo de que el nuevo arreglo que ha de ser la obra de las nego–
ciaciones de paz, mejore, si es posible, ia situacion de todas las
partes, accedería sin repugnancia a que se agregase al territorio
de Bolivia una pequeña parte del departamento de Arequipa,
que le proporcionase la adquisicion de un puerto cómodo, de
que en el dia carece; adquisicion que, dando actividad a sus co–
municaciones comerciales con los Estados vecinos, inftuiria
ventajosamente en la prosperidad de todos. Esto seria para Bo–
livia una compensacion por la pérdida de Tarija
(17),
i lo que
p::!rdiese en ello el Perú, no podria ponerse en balanza con el
cúmulo de sacrificios a que ha tenido que someterse Chile por la
caus~
comun; pues si solo hubiese consultado sus intereses in–
dividuales, hubiera podido, tiempo há, celebrar con el Protector
una paz separada que hasta cierto punto los hubiese dejado a
cubierto. Chile no ha querido aislar su causa de la jeneral de
los Estados vecinos; a ésta ha consagrado principalmente los
costosos esfuerzos que ha hecho i está haciendo; su ejemplo
debe ser imitado por las otras Repúblicas.
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2.ª
Restaurado un Gobierno nacional en el Perú, la nacion
peruana, representada por él, pasará a ser aliada de Chile. Si
el señor Irizarri celebra con dicho Gobierno el tratado de alian–
za deque se habla en sus instrucciones particulares, ( r 8) este tra–
tado determinará las condiciones que deberán exijirse a favor del
Perú en las negociaciones de paz,
i
la intervencion que haya de
tomar en ellas el gobierno peruano. Si no se hubiese celebrado
(16)
Se refiere a las bases
i
estipulaciones que se acordaran con la Re–
pública Arjentina.
(17)
El Gobierno de Buenos Aires pretendía la reinvidicacion del depar–
temento de Tarija, i aunque esta pretension no la consideraba oportuna el
Gobierno de
Chile,
creyó, no obstante, conyeniente tomarla en con idera–
cion en estas instrucciones.
(18)
Véase nota
E.
del Apéndice.