r
2
7.
cos qlle soló pueden
p~sar
al plllmon del hombre sin
cau~
:m
dolor,
ni
fatiga b-s · partictJlas
tentJes ,
y
volatiles de
las cosa5, por ser solamente capaces de mezclar5e, y en–
volverse con
los átomos del ayrc; no hay duda algmia
'para poder aseourar con
róda sari ifacion
las ventajosas
utilidades de
e~ta
maquina para
remedio de la
tos,
Yi
qual quiera afcél:o pul moníaco: · pues qne por medio de
su
uso se
introducen
á
él multitud .
de
par~es
bencficas,
al
modo de qL1c se introducen muchas maleficás inspiran.¡
do,
y
respirando ayres frí os, hu,inedos, y corrompidos.
Puede tambien ser util este instrumento para otros
(liferentes usos,
y
operaciones, principalmente para los que
padecen
el
trabajo de un aliro ferid o, y hediondo: plles no
hay duda que chupando,
y
arrahiMdo por Sll ca ñon las
panículas volaciles de diferentes drogas aroimticas,
y
con–
tinuando con este exercicio alguna temporada puede sua-4
vizarse este mal ,
y
tal vez remediar5e del todo.
Sirve
tam~
bien este meto<lo
rnrativo p3ra las
infecciones · endemicas
del ayre: pues valiendose de el con
la
infosion del tab.'.l–
co de oja, en vez de orras drogas, pod ia verificarse efi·
caz remedio contra ene cont3gio, sin aquella repugnancia
que si€nten muchos en medio de
su
legitim:t necesidad,
para fLJmarlo ,
ó
mascarlo.
Finalmente aunque no tengo ·
el
honor de se.r
Au~
tor,
ó
inventor de est3 maquiná, tengo el gusco de
pu–
blicarla pareciendome hacer algnn obsequio,
y
servicio
á
los tristes
r~ cienres,
á
quienes asegllro en virtud de dife–
rentes
rel aciones, haver sido muchas
las
experiencias de
su uso con admirables
progreso~,
principalmente en Olan–
da, cuyos avisos economices, corre ipondienres
á
los
aiío~
de
17;4,
y
55,
no cesan de recomendar al publico
su
mas freqürntc
uso. Si
alguno
túviere
pot
comveniente
hacerse