I
33·
de
disrar~rsc,
parccian
tJrFrar3r el ultimo estc101inio
á
m1
triste ver. rora .
fJ!!.e rra.<jbrmacion es e'sra· santo Cielo¡ QHe
sume la que
vo z
prFparais
á esta .infclice criatura
v14~s( ra
! : :
J\si empezaba
á
,quexarme, quando un
repentino
prodigio, no c•pcrado jmias
d
tan csmña
region em–
bargó mis palab ras, prescnrando
á
mis
turbados ojos
el
1_11as ,vello a1peéto Je _hu111aria
~riarura.
.
s
b
!
J
!
11
d
0
•
d
..
re
mage~rnos9
resP. an retente trono
e
~gira-
das, crinalinas
aguas~ ~usténtaélo
de
v
·inrc, y qumo
ro~
pos tas ballenas venia soleando
las
onda.5
un
vcnerablé
;inciano~
cuyo f)e.v"ado ' .cabe:lo, •c.oplosa 1
y
dilatada barb1;
1i'ada i11frri 0r
en
~ll~
'candorbs :Íl'' rodo'
al:
la m1ñaha
he~
lido', de los nyos
«ie1
'sol,
1
1~ ha'ci~n
1
'digno oh.jeto de lo's
mas profi.mdos respetos.
u.1·
cerr'o de or'o purisimo
·cuya
$Uperior estremiJad remataba en rres agujas penetrantes
puntas
oc~paba
su mJno ,derecha;
y
,mil emaño s persona–
ges divididos en orden p'or sus'-
t~r(?s;
y
gerarquia~·
ador–
naban la hermosa graderia de
su
rro·no. Sobresalian entre
todos por
la
rarisima
configur:1 cio~'· i¿~
'sus m¡:es; ' y
·ro!–
tros
d~ s
coros de coiresanas ( asi me parecieron los qDe oci:i·
P aban
la estancia . superior, mas imecfüfa
á
los pies del
'
~
h
J
•
1
d
.
uono.) Eran sus ro str,ps, como umanos, ac orna
os
al ree·
llor d.e sus est remidª,des con cierta'
specie de roc:ís blan•
cas, cubierros de negros mantos que desde lo airo de .sus
cabeza s, baxaban por rnaa la espalda furmanclo en su estre..
p.iidad largas, y dilacadas colas.
Por ir.di.1posicion allual de
la Madama Autot'a
"º
ha podid(I verificarse m erte discurso la conclusio11 del
presente rasgo.
HIS-