-PROSIGUE LA
.MATER[A
DE LOS DISCURSOS AN·
tecedentes.
·a
UEDA
insinuada la
mucha
atencihn, que
se obst.r·
.va
en
los
niños ácia aquella parte, en que mas
~banda
la
luz,
ó
es ma-s rcipl:indecieme, que en ceras;
y
no c·s ra–
zon
omitir una preve11cion útil, y necesaiia 'sobre
la eco–
' nornia, y modo de administrar <ma
luz
á
sunecientes ojos,
para
prec2ber cort tiempo el ddcéto del emavismo.
Lla·
mase
asi el mirar bizco,
ó
·bisojo; y es ·voz tomada del ver–
; lm
torcer, apartar,
ó
de~viar,
del
qua! se ha tomado
tor–
cer loJ ojos.
Veasc al rraduélor de ·Buffon en m adicion ro·
bre la
causa del estrabismo. Tom.
4.
fol.
282.
No
,sªI~ ei~ctcfr'éto'
c_I
e~fi;.a}>isipo
, .
si~o
deformidad
. que altera, y descompone la fisonomia, hacicodo dcsa1}Ta·
dables
los
romos
mas bellos. Consiste esta dd( rn-idad
en
la
falsa dircccion de . uno de los ojos, de suene que
quando el uno se dirige
á
un objeto,
el
otro se desvía,,
y
tuerce
jU
dirrccion
á
O!rO
punto. Ordinari2merte se
a~·1·
buye eHe dtfeéto
á
fulta de correspondencia entre las :mus·
culos de ambo$ ojos,
y
cada uno; pero sea que el
~ido
IC$1•
•
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