DE 44 llIBLIO'l'ECA NACIONAL.
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Suscripci_ón.
~
N
momentos en que la condición de la Caja
Fisc~l
era harto afüc–
~tivrJ.,
tuve noticia de que iba
á
·rematarse júdicialmente la librei'ía
de 3,000 volúmenes, que perteneció al doctor Fernando Casós. Cono–
r)N1or del catálogo de las obras y no pudiendo ocurrir, para adquirirlas,
u
tesoro nacional, arbitré el levantar una suscripción que, en cinco
a:
ts, excedió en
192
soles
á
los 800 que se necesitaban para la
subast~.
Este sobrante, unido
á
erogaciones posteriores, me ha permitido
CL
:nprar para la Biblioteca 247 volúmenes de obras americanas de no
mny fácil adquisición, y enriquecer con mas de 700 folletos nuestra
curiosísima colección de
Papeles
va1·ios,
colección que, empastada, ocu-
µit
dos de los estantes del salón
América.
.
Tambien se ha obtenido, á módico precio, una valiosa biblioteca
Je mineralogía, compuesta de
l'iO
volúmenes,
y
una colección completa
J.E:
Mensajes del Ejecutivo y Memorias de los Ministros de Estado, des–
cL
1822 hasta el dia.
En
los
Anexos á esta Memoria, figma la lista de los señores sus–
c
~tores,
á
quienes me complazco en manifestar mi reconocimiento por
1
buena voluntad con que acogieron ·mi petición.
Adquisiciones remuneradas.
'T~N
caballero propuso en venta para la Biblioteca una librería de
~~
1,300 volúmenes, obras modernas, en perfecto estado de aseo,
S(1bre Jurisprudencia y Ciencias Administrativas. l'asé la lista de los
libros al señor Ministro de
I~trucción
doctor don Manuel Antonio
Bii¡rinaga, quien, estimando la importancia de las obras, decretó su in–
m~diata
adquisición por la suma de ochocientos soles pagaderos en
cuil.tro mensualidades.
Algún tiempo después, por la misma suma y en idénticas condi-'
civnes de pago, enriqueció el señor Ministro del ramo, don Mariano
Ca.stro
Zald:i.var, la Biblioteca Nacional con 1,400 volúmenes de obras
modernas sobre Medicina y Ciencias }{aturales.
Muchas otras propuestas para adquirir 9-opiosas librerías se me
hr.n hecho; pero me he negado á tramitarlas,
yá
por lo, relativamente,
excesivo de su valor,
_yá
por no ser especialidades, ó
yá
porque poseía
el Establecimiento la mayoría de sus libros.
.
.
Puedo sí asegurar, que las dos librerías adquiridas por decreto de
lvs señores Barinaga
y
Castro Zaldívar, han bastado para da1' impor–
tancia real
á
la nueva Biblioteca, haciéndola superíor
á
la antigua en
tod.assus secciones, ménos en las de Biblias
y
periódicos que, con pe-
lo declaro, son hoy muy deficientes,